lunes, abril 24, 2006

LOS DILEMAS DEL DESARROLLO HUMANO

Manuel Gómez Naranjo
Mail: accicamp@cantv.net


La dependencia del camino

¿Estamos condenados al subdesarrollo por haber nacido en el sur? En el sur latinoamericano existe una élite que vive en la opulencia y una respetable clase media que habita en una Campana de Vidrio asediada por una multitud de seres sumergidos en la pobreza.
Los excluidos tienen que hacer esfuerzos enormes para subsistir en un contexto que conspira en contra de su futuro, debido a que las condiciones generales de una nación determinan las posibilidades individuales de las personas. Esta determinación ha sido llamada por Robert Putnam: “la dependencia del camino, en la que se puede llegar a depender del lugar de origen y se descartan simplemente algunos destinos a los que no se puede llegar desde allí. La dependencia del camino puede producir diferencias perdurables en el desempeño de dos sociedades, aun cuando las instituciones formales, los recursos, y las preferencias individuales en ambas sociedades sean similares”.
En otras palabras, para alcanzar el desarrollo es necesario intervenir, además de las variables clásicas de crecimiento económico y desempeño institucional, algunas variables culturales que apunten a rediseñar el lugar de origen para acceder a destinos deseados de manera deliberada.

Entre el egoísmo y la filantropía
La discusión no resuelta es más bien ética y filosófica: ¿Cuál es la emoción o la pasión originaria que posibilita la felicidad o la frustración de enormes colectivos humanos? Hay quienes sostienen que la clave está en la solidaridad humana por encima del egoísmo y los intereses individuales; según esta postura la moral preferible es aquella que coloca el interés general por encima de los intereses particulares; de allí que, la manera más adecuada de equilibrar los intereses generales será un Estado Benefactor, lo que a su vez supone la existencia de una elite esclarecida y pura con capacidad para establecer inequívocamente los límites entre el bien y el mal.
Desde esa perspectiva el amor por la humanidad es la causa primaria de la generación de riqueza; la producción de bienes y servicios no responde al afán de lucro de las personas sino a la percepción de que hay gente que los necesita y, otros con espíritu filantrópico, en disposición de producirlos.
Otra de las posiciones sostiene que la clave está en el interés particular. Esta idea simple, parte de la premisa de que es inmoral no ocuparse de sí mismo. En la medida que cada quien se ocupe de sí mismo estará menos expuesto a la indigencia por lo que no tendrá que depender de otros para garantizar su existencia.
Se conjetura que la preocupación masiva por los intereses particulares deviene, a la larga, en el bien colectivo; siempre y cuando responda a lo que se ha dado en llamar individualismo ético; con lo que se quiere señalar que el interés particular puede coexistir perfectamente con el sentido del bien común. Este enfoque propone que las personas tienden a ser egoístas y al mismo tiempo benevolentes, a preocuparse por sí mismas y a tener virtudes filantrópicas, a ser, en esencia, humanas.

Estados hiperactivos y ociosos

El desarrollo no tiene que ser, necesariamente, un proceso cruel en el que los individuos están condenados a desagarrarse mutuamente y a enfrentarse, inermes, a las fuerzas ocultas del mercado; puede ser un proceso amigable en el que el Estado diseñe regulaciones adecuadas que se constituyan en un marco favorable para la actividad humana, y proporcione facilidades para que los ciudadanos puedan acceder a la educación, a la salud, a la justicia y a la seguridad social. Sin embargo ¿dónde está el punto de equilibrio? Un Estado demasiado activo e intervencionista puede entorpecer la dinámica económica y la libertad de las personas, pero, un Estado ineficiente y postrado puede generar resultados equivalentes. El colmo es cuando se combina lo peor de los dos extremos, es decir, un Estado que regula de manera férrea la economía y que, al mismo tiempo, sea tremendamente ineficiente en la atención de aspectos como la educación, la salud y la seguridad social.
Lo peor es que esa tensión, hace crujir los fundamentos de la democracia y de la libertad, porque en el afán de lograr más “protagonismo” de los excluidos se corre el riesgo de entronizar ideologías autoritarias, cuyos líderes se autoproclaman portadores de verdades absolutas e interpretes unívocos de las aspiraciones de las mayorías.
Finalmente, no podemos olvidar que el actor fundamental para alcanzar un Desarrollo Humano es la persona misma, nada mejor que lo que escribió Alain Touraine al respecto: “El sujeto personal sólo puede formarse apartándose de las comunidades demasiado concretas, demasiado holistas, que imponen una identidad fundada sobre los deberes más que sobre los derechos, sobre la pertenencia y no sobre la libertad (…) la idea de sujeto no crece en los invernaderos demasiado protegidos. Es una planta silvestre”.


Los objetivos del milenio

Los ocho objetivos de desarrollo del Milenio para el 2015, constituyen un plan convenido por todas las naciones del mundo y todas las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial; ellos son:
 Reducir la pobreza extrema y el hambre
 Lograr la enseñanza primaria universal
 Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
 Reducir la mortalidad infantil
 Mejorar la salud materna
 Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
 Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
 Fomentar la asociación mundial para el desarrollo

miércoles, abril 19, 2006

Guerrillas Tomuzas. (Segunda Parte)

Guerra de Guerrillas aborigen

Durante la Guerra de Guerrillas aborigen, es decir entre 1500 y 1700
Fueron muchas las operaciones organizadas por los llamados “caciques” de la familia caribe, especialmente los de la nación tomuza.
Es conveniente hacer un comentario de interés sobre la expresión “cacique” y “caribe” considerando las ultimas investigaciones de Cecilia Ayala Lafee y Werner Wilbert en su obra África y Asia en las Antillas La Ruta de Colón en el Mar de las Palabras de la Fundación La Salle 2005, cuando indican la probabilidad de que estas palabras no son de origen aborigen y que la primera tiene su origen en el vocablo árabe “qassis’ correspondiente a lider, sabio y la otra, es decir que “caribe” sea posiblemente de origen urdu (hindúes mahometanos), kharab-i cuyo significado es “maldad, depravación, daño”, refieren estos investigadores, la influencia de la cultura del medio oriente para el momento en que Colon descubre estas tierras y que aunque hoy son vocablos aceptados, representa un elemento importante en la manera como desde Colon hasta más allá de Juan de Orpin, los originales de estas tierras fueron y en algunos casos son considerados salvajes, malos, antropófagos, ladrones, etc, basta solo recordar la palabra “caribear” para que nos demos cuenta que esa guerra no ha terminado todavía y que tiene sus mejores armas en el desprecio cultural por estas naciones.
Esta guerra que duro mas de dos siglos, y que quizás todavía no ha terminado, dejó una serie de valores culturales que vale la pena enunciar.

Valores en la inteligencia militar tomuza.

La practica de centinelas infiltrados en las líneas españolas, especialmente mujeres que eran destacadas para conocer detalles del comportamiento y la organización interna de la llamada milicia indiana, nos dejan pensar en la vulnerabilidad del ejercito español que trajo como consecuencia las sucesivas derrotas militares de los soldados del Rey.
Algo muy importante de mencionar en este punto es el conocimiento que obtuvieron los guerreros tomuzas del modo de vida supersticiosa del español medieval que vino a conquistar estas tierras, de alguna manera los guerreros caribes identificaron el pavor que los españoles le tenían a los bosques y a los monstruos que supuestamente alli habitaban, entonces optaron por disfrazarse de monstruos, como aquellos guerreros conocidos como los “Waipanomas” hombres con la cara pintada de negro y en su tórax dos círculos similares a dos grandes ojos, que fueron dibujados y descritos por los cronistas de la época como “hombres sin cabeza”,
que aparecían con frecuencia de noche con alaridos de horror entre los bosques cercanos a las rancherotas españolas
Entre otras labores de inteligencia que con mucha delicadeza eran enseñadas en las escuelas de guerra de los tomuzas igual que en otras naciones caribes.

Las Emboscadas.

Después del trabajo de inteligencia, las emboscadas fue la mejor arma táctica aplicada por los tomuzas, igual que otros grupos aborígenes guerreros.
Una de las razones del porque Juan de Orpin prefirió trazar la ruta San Sebastián de los Reyes-Unare en 1632, bajando hasta lo que hoy se conoce como Tucupido del Llano, fue en buena parte buscando sabanas para que su ganado pastara, pero también por los riesgos que implicaban las zonas boscosas del alto Guaribe, el Guanape en las emboscadas de los llamados indios de guerra, pero también el terror infundado por la iglesia a los monstruos de lugares desconocidos como los bosques.
De las embocadas que menciona Bernardo de Vargas Machuca en su manual de guerra titulada “Milicia Indiana” dejó un compendio sobre este recurso bélico de los aborígenes a saber: emboscadas en las aguadas, emboscadas en los pasos reales, emboscadas en la caza, emboscadas en los servicios (leña, fuego etc) etc. Cada una de ellas preparadas con cuidado tomando en cuenta el terreno, las vías de escape y el punto de reencuentro de los guerreros. Es decir la táctica de ataque furtivo y retirada, reagrupamiento ataque y de nuevo repliegue, tácticas desconocidas por el ejercito español y que hoy conocemos como guerra de guerrillas.

Los guerreros matayus y las retiradas

En las retiradas y tras la persecución española, se activaban los guerrero matayus que realizaban caminatas en retroceso para despistar a enemigo demuestran el conocimiento del terreno y los recursos de contrainteligencia de los guerreros. Eran parte de la inteligencia aplicada en las tácticas de guerra aborigen.

No incluimos aquí todos los recursos de guerra de la cultura aborigen pero que deberán considerarse para próximos estudios, especialmente para el orgullo de los herederos de los tomuzas que hoy viven en Altagracia de Orituco, Macaira, Ipare, Lezama, San Rafael, Paso Real, San José de Guaribe y todos los pueblos que están regados al pie de la Serranía Maestra del Interior tanto en barlovento como en sotavento.

lunes, abril 17, 2006

Mayoria, listas y quimera

Mercedes Chacín*

mechacin@cantv.net


Mayoría. Pasado el shock que nos provocó a la mayoría de los venezolanos las muertes de Miguel Rivas, Fillippo Sindoni, los hermanos Faddoul y la de Jorge Aguirre, hemos de convenir, también la mayoría, que todas estas muertes tienen un tenebroso elemento común: funcionarios o ex funcionarios policiales involucrados. Eso nos dice que el Estado venezolano ha fallado en la construcción de una política destinada a combatir y prevenir el delito. El Gobierno reaccionó con la convocatoria a una comisión de expertos que deben proponer un plan que mitigue el estado de inseguridad que padecemos, también la mayoría. Y la mayoría no está interesada en buscarle las aristas políticas a este asunto, que las tiene. La mayoría espera que tras la bruma de las lágrimas sinceras y tras la bruma de los ojos de los pescadores de aguas turbulentas, podamos legislar sobre lo que haya que legislar. La primera prioridad parece ser la unificación de las policías estadales y municipales, bajo el ala de la Ley de Policía Nacional. Hay cientos de cuartillas que ubican en ese instrumento, parte de la solución. Pero hay otros que dicen que es parte del problema. ¿Será que la señora polarización apartará su bruma? No vaya a ser que nos ahoguemos...la mayoría.

Listas que hablan. Hay listas de listas. Hay una que cualquiera hace: la de mercado. Cuando era pequeña y mamá me mandaba a “hacer un mandado”, yo no hacía ninguna lista escrita. Sólo convertía en una especie de estribillo los artículos del “mandado”, cuya letra repetía hasta llegar a la bodega del barrio. Eso funcionaba muy bien hasta que... me conseguía a alguien que me sacaba de la concentración. Y adiós mandado. En tiempos de revolución hay unas listas menos musicales. De la lista del diputado aquel se pasó a una no tan santa. No se sabe quien lanzó la primera piedra, pero es muy difícil conseguir a alguien libre de pecado. Quienes insisten en denunciar que las listas están vivitas y caminando y no enterradas, afirman que los venezolanos estamos perseguidos y que a través de esas listas, el gobierno domina la voluntad de los que menos tienen. Yo creo que las listas son una barbaridad que en mala hora a alguien se le ocurrió difundir y utilizar. Pero no creo que tengan esa efectividad que les endilgan, en cuanto a la conculcación de los derechos políticos. Ahí están las cifras de abstención para demostrarlo.

Quimera. Recorrer Venezuela reconcilia y despolariza. Los paisajes que arrullan nuestros ojos y nuestro espíritu sólo se ven opacados, otra vez, por la politiquería. Hay gobernadores, por ejemplo, empeñados en contaminar visualmente cualquier cuneta recuperada con unas enormes vallas multicolores, en las que invariablemente está el gobernador del territorio que visitamos y el Presidente Chávez abrazándolo o levantándole la mano. Son excesivas, estrambóticas y contaminantes. Eso, en los estados donde recuperan las vías. Pero en Guárico y Aragua es muy difícil ver una vallita contaminante. Didalco y Manuit siguen sin ponerse de acuerdo para reparar la vía entre Taguay (Aragua) y Altagracia de Orituco (Guárico). Es inexplicable que en los últimos 15 años no haya existido la voluntad política requerida para asfaltar una carretera, que es la vía alterna hacia la capital, cuando por alguna razón no se puede llegar a Caracas desde el oriente del país. Eso sucedió, por ejemplo, durante la trágica vaguada de 1999. Y es que al margen de que en Altagracia de Orituco viva la mayoría de la familia Chacín, y me sienta afectada por las troneras, ¿hasta cuando habrá que esperar? ¿O es una quimera?

*Periodista

sábado, abril 15, 2006

¿Que Paso en Macaira?

Tomado de http://www.el23.net/

¿Qué paso en Macaira, pueblo tranquilo por naturaleza, de brisa, valles y ríos frescos; población de verdes paisajes escondida en las montañas de Guárico?
Una tarde sus habitantes fueron sacudidos por la llegada de los hombres del Presidente.
- Llegó el Ministro- Era la noticia que corría de boca en boca entre sus más de 2.500 habitantes. Y es que este pueblo guariqueño, junto con su legendaria hacienda La Elvira, había sido declarado Núcleo de Desarrollo Endógeno por el presidente Hugo Chávez. Había llegado la Revolución a Macaira de manos del Ministro Elías Jagua y su equipo de trabajo. Pero no sólo la revolución estaba presente. En menos de lo que canta un gallo cientos de hombres, representando a decenas de las más diversas instituciones, militares, INCE, SUNACOP, MINEP, movimientos populares, CIARA, equipos de diferentes universidades y un sin fin de instituciones gubernamentales aparecían por doquier y fueron tomando sus espacios, sus calles empedradas, en las posadas, escuelas y cuanto lugar sirviera para una reunión, un taller o simplemente estar y mirar. En poco tiempo el pueblo hervía en reuniones.
Todos los días, como promedio, se realizaban 5 reuniones diarias “estériles” como las definió uno de sus habitantes. No había manera de que las diferentes instrucciones del Gobierno presentes en la zona se pusieran de acuerdo. Todo empezó por la Elvira. Hacienda cafetalera de los tiempos de la colonia, situada en los predios del Parque Nacional Guatopo y la cual ya era noticia a nivel nacional, pues el presidente la nombraba permanentemente en sus alocuciones.
La infraestructura de la Elvira empezó a recibir los cariños que les permitían el presupuesto designado por el gobierno bolivariano para su remodelación. Decenas de macaireños habían sido incorporados a las faenas diarias como obreros. Ya aquí las cosas empezaban a marchar mal. La línea era cooperativas, no obreros. Pero en fin, el proyecto siguió adelante.- Después vamos con el pueblo- prometían los altos encargados por el Ministro y así fue. Y les hicieron falta más obreros, más no cooperativas.
- No hay tiempo -decían algunos -Viene el Presidente. Este pueblo no está preparado para las cooperativas y sería un atraso- decían otros. Y así la nomina de obreros crecía. Y la de los contratistas también. El pueblo en quince días fue pintado tres veces de colores diferentes, dándosele prioridad siempre, claro está, a las clases más pudientes, el Gobernador Manuitt, quien nunca se había interesado por Macaira sorpresivamente manda a asfaltar la carretera, perdón, el tramo que recorrería el Presidente desde Macaira a la Elvira.
¡Pero que molestia! La salida del pueblo, que obligatoriamente tendría que ver el Comandante en su recorrido, era la más humilde. Decenas de casitas de bahareque, algunas casi en el suelo albergaban a más de 150 habitantes en medio de precarias condiciones. Y de repente llegaron los albañiles de la Gobernación a frisar los frentes de las casitas de “trabuco” para luego tratar de pintarlas. Detrás de éstas, una niña hacía sus necesidades en el patio por no tener un baño para ello. Ninguna lo tenía. -Mi casa siempre será un rancho aunque la pinten bonita -exclamó un padre de familia entre resignado e indignado. Al final les fueron entregadas las latas de pinturas a los humildes habitantes para que ellos mismos pintasen su casa. A estas alturas, ya los habitantes atónitos y agotados empezaban a perder la paciencia.
-No sabemos qué hacer, no sabemos a quién oír y creer -exclamaba una lugareña que hacía sobrehumanos esfuerzos por estar presente en todas las reuniones. De repente empezó a surgir una Contraloría Social natural, por necesidad y se empezaron a descubrir cosas. Pero estaba próxima la venida del Presidente al pueblo. No era conveniente hacer reclamos. Total, el pueblo ya iba por su cuarta pintada de fachada, la plaza, aunque ya se observaba que los trabajos habían sido de baja calidad, lucía bonita. Había obreros en la iglesia, el parquecito, tres columpios y una rueda. Ya llegaba un mes en reparación y lo mejor, le habían hecho unas escaleras que no conducían a ningún lado. Y el tramo que llevaría al Presidente hasta la hacienda La Elvira estaba listo. Gracias a Dios no tendría que entrar por Altagracia ya que hubiese tenido que sortear mas de 150 baches y huecos a todo lo largo de la vía. Trabuco, el barrio humilde, ya lucía mejor cara y el Presidente no tendría tiempo de pasar al patio de atrás de las casas en donde los niños descalzos jugaban con la basura. O a la casita que le mandó construir Manuitt a la dos personas más ancianas del pueblo y la cual nunca entregó, ya que nunca la terminaron.
Y llegó el día en que vendría el Presidente. El pueblo estaba desbordado, era tanta la multitud que los lugareños no se reconocían entre ellos. -¡De dónde salió tanta gente extraña, Dios mío!- exclamaba un vecino con su recién estrenada franela donde se podía leer “soy guariqueño”.
Y llegó el helicóptero, pero el Comandante no vino. Se fueron las ilusiones de ver al Presidente y con ellas las instituciones, las máquinas que trabajaban en la vía. Se acabó la pintura y las nóminas de obreros, el parque a recién inaugurar, la rueda y los tres columpios. Perdón, me falto un tobogán. Y al final, tampoco se formaron las cooperativas. La iglesia quedó a medio restaurar, mientras el friso de la plaza y las aceras ya empieza a agrietarse y a caerse y en las ruinas, los niños casi se bañan en el pozo de agua que se hace cuando llueve, ya que al parecer la arquitecta nunca entendió que era necesario más nivel y menos granito en su remodelación.
Si, se fueron todos y Macaira volvió a la normalidad.

martes, abril 11, 2006

Guerrillas Tomuzas. (Primera Parte)

La guerra irregular que implantaron los aborígenes entre 1500 y 1700 contra los distintas fuerzas militares españolas que invadieron el territorio hoy conocido como Venezuela, ha sido la confrontación bélica más larga que haya tenido la historia de Venezuela.
Por las características tácticas y estratégicas esta guerra se puede considerar la génesis de la guerra de guerrillas aplicada luego en la Guerra de Independencia, en la Guerra Federal, en las escaramuzas de los caudillos de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX, hasta la experiencia de la Guerra de Guerrillas de los años 60.
Desafortunadamente nuestros aborígenes eran ágrafos, sin embargo muchos registros escritos de los cronistas españoles e ingleses quedaron para reconstruir un periodo que poco se estudia en la escuela y que resulta tan interesante como los análisis que hoy nos ocupan de la guerra asimétrica, la guerra mediática, la guerra psicológica y otras guerras llamadas de bajo intensidad.
En el plano estrictamente militar hay referencias del interés de ejércitos mundiales como el alemán de la Primera y Segunda Guerra Mundial, sobre las tácticas militares de los ejércitos del mundo, y uno de esos estudios se enfocó en el estilo de arenga militar de los caribes de ello da testimonio el venezolano brigadier J.C Terrero Monagas quien en 1933 se ocupó de desarrollar investigaciones sobre las técnicas militares de los caribes, como las conformación de unidades llamadas “cazadores de tigres” que el diseño de sus tácticas y maniobras se puede inferir fueron los creadores de las técnicas de la guerra de guerrillas.
En nuestro territorio una de las naciones indígenas más disciplinadas, mejor entrenadas para la guerra fueron los Tomuzas, llamados por Juan de Orpin, el nombrado conquistador que ocupó las tierras de Orituco hacia 1632, “indios de guerra” entonces ubicados en la región centro norte de Venezuela, hoy subregion barlovento, norte del estado Guárico y parte oeste del estado Anzoátegui.
Sistematizar los estudios de un periodo de casi dos siglos de guerra, que determinaron la derrota militar del ejercito español, nos llevaría a conclusiones verdaderamente interesantes, no por instalarnos a admirar un periodo que paso, sino por las distintas maneras de ver el comportamiento de estos aborígenes, llamados despectivamente “salvajes indios” cuando dentro de sus tropas de infantería flechera o lanceras de los tomuzas se ensayaban como en muchas otras naciones caribes, las tácticas de guerra psicológica antes de entrar en batalla con la factibilidad de producir menores perdidas humanas en el fragor de las luchas, dichas tácticas hoy son aplicadas en todos los fenómenos bélicos modernos.
Más hoy cuando en Venezuela se discute la amenaza militar del Ejercito de los Estados Unidos sobre una posible invasión al país por algunos de los flancos o cabezas de playa que podrían estar ubicadas en las cercanías de los centros de poder, es decir la zona costera de barlovento o en los ejes nerviosos de la producción petrolera nacional.
El valor que puede tener una investigación de este tipo, nos acercaría a sorprendentes hallazgos y aportes al conocimiento de nuestro territorio histórico, pero también a “nuevos “ diseños de estrategias militares que por razones de seguridad resultan competencia de los órganos de las Fuerza Armada Nacional.
El Licenciado Luís Beltrán Acosta en su libro “Pensamiento revolucionario del Cacique Guaicaipuro” (Ediciones Akurima 2003) recoge una serie de fuentes documentales que nos acercan a la comprensión del manejo de la guerra que nuestros aborígenes tenían.
Entre otras describe algunas tácticas de guerra de guerrillas que aplicaron especialmente las naciones caribes contra los españoles, reconocidas por algunos jefes militares reales como las notas escritas por el cronista y conquistador Bernardo de Vargas Machuca ( Milicia Indiana, Colección Claves de América, Biblioteca Ayacucho 1994).
Ciertamente hubo asociaciones de naciones aborígenes que considerando tener un enemigo común, se reunieron y utilizaron técnicas muy profesionales de ataques aprendidos en escuelas de entrenamiento para fines exclusivamente de guerra y que se plantearon una lucha de resistencia común a través de los consejos de caciques o de jefes especialmente entre las naciones caribes.
En la siguiente entrega, describiremos algunas operaciones que, podemos deducir, fueron la génesis de las tácticas de guerra de guerrillas.

Aldemaro Barrios Romero

aldemarobar@yahoo.es

domingo, abril 09, 2006

Clic virtuoso

Mercedes Chacín*

mechacin@cantv.net

Aguirre. El cobarde asesinato de Jorge Aguirre tuvo una “virtud” paradójica. Su clic postrero permitió que con mucha rapidez el “terreno de la especulaciones” fuera movedizo y poco consistente. Las versiones sobre la autoría de su asesinato surgieron de inmediato y de inmediato casi, con la divulgación de la foto de su asesino, la frase tan en desuso de “hay que esperar las investigaciones” se puso en boca de todas y todos. Extraño asesinato. Todos dudamos. Y no podía ser de otra forma. Es su pauta para nosotros. Porque así era Aguirre. El amigo de todos. El de la sonrisa pronta. El de la anécdota garciamarquiana. El de “que hay para hoy” acompañado de una franca mirada y una amplia sonrisa. Así te recordaré siempre, compañero.

Todo es según el color. Ni las muertes que en las últimas semanas nos han asombrado son culpa de Chávez, ni los medios de comunicación mienten cuando dicen que el clima de inseguridad que se siente en el país necesita de acciones rápidas y eficaces por parte del Estado venezolano. Y es que hay dos hipótesis que calzan perfecto en las almas polarizadas de este país. Veamos.

Hipótesis de los chavistas. Los secuestros y posteriores asesinatos de los hermanos Faddoul, Miguel Rivas y Fillippo Sindoni forman parte de un plan tendiente a exacerbar sentimientos de impotencia en los venezolanos. Nadie se sentirá seguro en Venezuela. Vendrán otras muertes selectivas. El asesinato de Jorge Aguirre forma parte de una serie de “objetivos” decididos en un laboratorio, cuyo resultado debe ser llegar a diciembre de 2006 con el país aterrado, momento en que, cual nicaragüenses votando por la Chamorro, votaremos contra Chávez, el mejor Presidente que hemos tenido. Los medios de comunicación han hecho desde hace meses un trabajo para denunciar el clima de inseguridad, pues están involucrados en esta acción desestabilizadora. En el país hay inseguridad, pero inflada por los medios de comunicación.

Hipótesis de los antichavistas. El Presidente Chávez y su equipo no han podido en siete años reducir los índices delictivos en Venezuela. Jesse Chacón es responsabilidad de Chávez. También lo son Barreto y Bernal. También lo son su discurso lleno de odio y división. Los chavistas no tienen capacidad para gobernar. Estas muertes son la demostración de que es necesario y urgente salir de Chávez. Hay dos vías: con la gente en la calle o por la vía electoral en diciembre. El trabajo que ya comenzaron los medios de comunicación será determinante. Con ellos se logrará convertir a Venezuela en el lugar más inseguro del mundo. No importa que no lo sea. El objetivo es salir del negro zambo que en mala hora fue indultado por Caldera. Este es el momento.
Estas dos hipótesis no son producto de mi imaginación. Son un apretado resumen de lo que he leído en prensa y en las páginas web de chavistas y antichavistas. Hay un elemento común en ambas: la colaboración y papel clave que tienen los medios de comunicación. Hay que volver sobre su papel protagónico una y mil veces. ¿Por qué? Porque ambas hipótesis, de comprobarse alguna, no son nada sin el concurso o el apoyo de los medios de comunicación.
La tercera hipótesis, la menos “elaborada” plantea que esta trilogía de casos, Faddoul-Rivas, Sindoni y Aguirre, están conectadas sólo por el azar, no forman parte de un plan desestabilizador y no son el desenlace sangriento del clima de inseguridad que vive el país. Al momento de escribir este artículo (sábado 9 de abril en la noche) sólo el asesinato de Jorge Aguirre se mantiene en el limbo, a pesar de que su último y heroico clic pareciera que “desarmó” algún plan.
*Periodista

miércoles, abril 05, 2006

ESCUCHAR LOS LADRIDOS DE LOS PERROS

Por Manuel Gómez Naranjo
Mail: accicamp@cantv.net

El economista peruano Hernando de Soto en su libro “El Misterio del capital” aborda la relación entre la propiedad y la generación de bienestar. El planteamiento central del libro propone que los pobres en el tercer mundo generan enormes cantidades de riqueza que no pueden ser convertidas en capital porque esa riqueza se forma en un ambiente de extralegalidad; es decir los pobres no pueden demostrar que son dueños de lo que dicen que son dueños.
La propiedad es en realidad un sistema de representación de activos; dice De Soto: “no es su propia mente la que le confiere a usted derechos exclusivos sobre un determinado activo sino otras mentes pensando acerca de sus activos en el mismo sentido en que usted lo hace”. En definitiva la propiedad es un consenso universalmente construido y compartido por una sociedad.
La posibilidad de que la riqueza de los pobres se convierta en un motor para la generación de bienestar se estrella contra la muralla infranqueable de sistemas legales que no han logrado descifrar las diversas formas en que se relaciona la propiedad de sus bienes. De Soto, a través de una minuciosa investigación, develó que para crear un negocio nuevo en Lima se requerían al menos 289 días de papeleo con un costo de 1.231 dólares. En otro caso, obtener autorización para construir una casa sobre un terreno público tomó 6 años y 11 meses y exigió 207 pasos burocráticos en 52 oficinas gubernamentales.
La consecuencia de esta muralla contra la economía informal es que a los pobres no les queda otra alternativa que actuar desde un sistema extralegal. Las casas de los pobres están construidas sobre terrenos de dudosa legalidad, los cultivos sobre tierras con severas restricciones de propiedad, sus pequeñas empresas se vuelven invisibles a cualquier obligación tributaria, e incluso su propia “existencia formal” es frágil debido a que muchas veces no poseen documentos de identidad. De allí que “sin derechos adecuadamente documentados, estas posesiones resultan activos difíciles de convertir en capital, no pueden ser comercializados fuera de los estrechos círculos locales donde la gente se tiene confianza mutua, no sirven como garantía para prestamos ni como participación en una inversión.” (De Soto H.).
La propiedad extralegal en el tercer mundo es un inmenso cementerio de Capital Muerto inmovilizado por las garras burocráticas de los juristas y los políticos; de los juristas porque en lugar de interpretar las particulares representaciones de la propiedad extralegal, refuerzan el muro que propicia esa extralegalidad; y los políticos, porque no han comprendido que unos derechos de propiedad plena no generan desigualdad sino inclusión; un político que quiera hacer una verdadera revolución para incluir a millones de pobres en la generación de riqueza y bienestar debería emprender un inmenso esfuerzo de adecuación del sistema legal para que los activos que ya poseen los pobres puedan franquear el muro que los separa de la legalidad.
En este esfuerzo lo prioritario es comprender cuáles son los sistemas de representación de la propiedad extralegal. Ahora bien, ¿Cómo se hace esto? De Soto comenta que al pasearse por los campos de arroz en Indonesia sin preocuparse por los linderos de las propiedades, permanentemente se topaba con el ladrido de los perros que si sabían cuales eran los activos que controlaban sus amos. “Escuchar los ladridos en un recorrido por los caminos de la ciudad y de los campos puede permitir escalar la enredadera de las representaciones extralegales” que predominan en una sociedad determinada.
Los derechos de propiedad son una invención humana y en cuanto tal seguramente contienen defectos y virtudes, sin embargo pareciera que un sistema de representaciones consensuado es preferible al caos; además la propiedad tiene repercusiones inmensas en otros dominios de la vida humana; al respecto Richard Pipes, comenta que: “…existe una conexión íntima entre las garantías públicas de la propiedad y la libertad individual: que mientras la propiedad en ciertas formas es posible sin la libertad, lo contrario es inconcebible”.
En definitiva la incertidumbre sobre la propiedad toca la intimidad profunda de la gente, porque la pérdida del control sobre lo propio, como dice William James, crea “…una sensación de que nuestra personalidad se ha encogido, de que una parte de nosotros se ha convertido en nada”.


CUANTO CAPITAL MUERTO POSEEN LOS POBRES

En Filipinas el 65% de la población posee 132.900 millones de dólares de Capital Muerto que representan 4 veces el valor del mercado de las 216 compañías locales que figuran en la bolsa de valores; y 7 veces los ahorros y depósitos a plazos en bancos comerciales.
En Perú el 65% de la población posee 74.200 millones de dólares de Capital Muerto que representan 2 veces el valor del mercado del total de las compañías privadas y 8 veces de los ahorros y depósitos en la banca comercial del Perú.
En Haití el 82 % de la población posee 5.200 millones de dólares de capital Muerto que representan 4 veces el valor los activos de las 123 empresas más grandes del país y 11 veces el de los ahorros y depósitos en la banca comercial.
Esta situación no difiere substancialmente de la realidad de otros países del mundo en desarrollo como Venezuela, Brasil o Colombia; sólo basta mirar la multitud de seres que se mueven en el mundo de la economía informal.