sábado, julio 26, 2008

La Moral De Los Gobernantes

Elaborado por:
Avilán Alejandro
Casares Ana Karina
Cordero LilimarMuñoz Joselyn

Si verdaderamente queremos tener un país unido con un gobierno sólido y fortalecido por las leyes y respaldado por su pueblo no tenemos otra alternativa que moralizar las bases de la política que específicamente lo compone “el hombre”. Aquí debemos, saber que el problema no esta en el sistema de la democracia, ni en sus ideologías como algunos suelen mencionar, sino que el problema esta en la vida moral de los funcionarios públicos y de la sociedad que en mucho de los casos se hace cómplice de acciones que van contra la moralidad, como ejemplo, el soborno a la autoridad.

El principio de autoridad se da desde la cabeza misma del gobierno, que es guía de toda la jerarquía menor, es decir, si una autoridad del gobierno no se conduce por un orden moral, entonces no tendrá el poder moral para hacer imperar la ley que vela por la seguridad y el orden de la sociedad.

Por esta razón, nuestro planteamiento, es que el pueblo DEBE ELEGIR A SU CANDIDATO POR SU CALIDAD DE VIDA MORAL, Y NO POR SUS PROMESAS. Esto es fundamental para tener un buen inicio en los próximos gobiernos que han de conducir los destinos de nuestra nación. En este caso la herramienta adecuada para combatir toda clase de corrupción son los VALORES DE VIDA QUE SON: LA VERDAD, LA JUSTICIA, LA UNIDAD, LA LIBERTAD, LA PAZ, LA ARMONÍA, LA VIDA. Por eso debemos tomar en cuenta las reflexiones de Bolívar acerca de la moral la cual debe provenir de cada ciudadano para que así los órganos del estado formen una autentica moral republicana en donde la actuación de las personas que conformen la estructura del estado, sean capaces de conducir por la senda de la justicia, la paz, la democracia, la justicia social, en fin la felicidad de la patria; pues para el Libertador “sin moral republicana no puede haber gobierno libre.

"A MAS VALORES MÁS MORAL"
"A MÁS VALORES MEJOR DEMOCRACIA"
"A MÁS VALORES MEJOR GOBERNABILIDAD".

lunes, julio 14, 2008

ENCUENTRO

Por
Susana del Rosal

Así me enamoraste, escondido detrás de tu sugestiva voz sin rostro. Pero no necesité verte. Tu voz siempre tuvo dedos para acariciarme, para entrar a mis sentidos tanto tiempo dormidos, para mojar con tu rocío ajeno mi entraña seca.
Visité prados frescos en tu compañía, prados sembrados de sol y margaritas. Volviste atrás mi tiempo, cuando con ojos de estrellas y la boca cuajada de risas me vestía de ilusión para ir a tu encuentro.
Yo te puse una cara y un cuerpo y un aroma, te inventé una manera de besar que cobraba vida al cerrar los ojos, tendida en una hamaca bajo los mangos, oyendo con tu voz el correr del arroyo, disfrutando una sonrisa extraña con la cual llené huecos viejos.
Me dormía acunada en tus brazos, y tu beso me duraba hasta saludar el nuevo día. Me engalanaste la vida con todos los colores del
arcoiris y me contaste las historias más bellas que mis oídos querían oír.
Ahora estás dormido. Tienes el sueño hermoso de la gente sin culpas que camina derecho sabiendo a donde va. Una tarde de gloria para ti, fue para mí inclemente e impía, cuando tu ternura se agotó, se volvió humo y muerte.
Ya no puedo tenerte. La puerta está cerrada a mis instintos, no hay entradas que me traigan tu cercanía otra vez. No debiste dar paso a la burla que te enmudecería, manchando mis pequeñas manos de tanta culpa, porque te había dado todo sin quedarme con nada y no era suficiente para ti. Fuiste egoísta, no bastaba mi amor ni mis prados de flores. Pisoteaste mis rosas, fuiste cruel.
Y estas son rejas de silencio.
Te escribo esta nota que nunca leerás porque nadie llega, porque de un golpe te arranqué la crueldad y ahora solo espero la inyección de muerte que me reúna contigo. Y allí te gritaré al rostro el reclamo de mi alegría.
Estas rejas que ahora coartan mi libertad, no tendrán fuerza suficiente cuando llegue la ausencia para mí y vaya a tu encuentro.

HASTA CUANDO PERMITO QUE LOS DEMAS ABUSEN DE MI

Por Betci Salas
betcisalas.ve@hotmail.com

Todos tenemos nuestros propios límites que hemos aprendido en la infancia. Estos dependen de lo que nos haya tocado vivir, tanto en la experiencia con nuestros padres ( en su actuación como en los límites que nos pusieron) como en la interacción con los acontecimientos mas cercanos a nuestro diario vivir.

Aceptamos del ótro tanto maltrato como el que nos damos a nosotros. Como el que sentimos que merecemos. Si, usted se maltrata!. Observe con atención sus pensamientos, sobre todo cuando algo no le sale como esperaba. ¿ Qué se dice? Tal vez frases como: !Que estupido soy! !Siempre me sale mal! ! No sirvo para nada! !Soy un fracaso! Es mucho mas fuerte el castigo que nos propinamos nosotros que el que aceptamos de los demás.

Que diferente si usted se regalara frases como: !Hoy no salió como esperaba pero mañana será mucho mejor! Estoy aprendiendo, cada día lo hago mejor! ! Cada obstáculo que se me presenta es para avanzar y crecer! Se siente diferente cuando nos hablamos con cariño y consideración, ¿verdad? Entonces, no es la otra persona que nos maltrata, somos nosotros que premitimos que el otro lo haga, siempre de forma proporcional al que nos damos nosotros mismos.

Si en su trabajo usted siente que su jefe le exige demasiado; que está abusando de usted, ¿Por cuánto tiempo piensa continuar en esta situación? Hay quien se queda en la incomodidad quejándonos permanentemente sin darse cuenta de lo que está sucediendo. Hay quien toma la decisión de irse a otro trabajo con la idea de que allí será diferente. Sin embargo al poco tiempo como por arte de magia surge un representante del antiguo jefe y vuleve a sentirse sobreexigido y abusado. Vamos repitiendo las mismas situaciones.

Tenemos el ejemplo de una mujer casada con un hombre borracho y peleador, cansada decide separarse. Despues de un tiempo rehace su vida de pareja, y no tarda mucho en darse cuenta que este marido tambien es borracho y peleador. Tal vez esta mujer en su infancia vivió el alcoholismo y los maltratos de su padre, por lo tanto continua recreando la misma situación que élla conoce muy bien. Y así será hasta el infinito.

La única manera de sanar, de cortar con estos eventos, es ir dentro de cada uno de nosotros, de tocar nuestras heridas abiertas, limpiarlas y curarlas, aunque duela mucho o poco. Entrar en nuestros dolores, sentirlos, sanarlos y recobrar la vida.

Es darnos cuenta de nuestra historia, de los acontecimientos que nos marcaron en nuestra infancia, que posiblemente muchos de ellos esten guardados en el subconsciente. Es responsabilizarnos por nuestra vida. Es que te des cuenta que tu vida es tuya, que no le pertenece a otra persona, es tu responsabilidad, porque es tu vida. Es tu cuerpo.

Manos a la obra. Grande y simple