Orituco: tierra brava de tanta indiferencia

Altagracia de Orituco, estado Guárico, todas las virtudes del encuentro del llano con la montaña, aguas abundantes que bajan desde las altas serranías del Parque Nacional Guatopo, al llegar al pueblo por cualquiera de sus costados altos, San Rafael de Orituco, Peña de Mota, o Camoruco, se divisa la villa de lo que fuera San Miguel, antigua aldea de negros y de indios, entonces San Rafael de Orituco era el pueblo de los hacendados y el pueblo pobre vivía en lo que hoy es Altagracia, tránsito de los negros cimarrones fugados de las haciendas de Barlovento y sitio de resistencia tomuza que pocas veces vemos en los libros de historia, pero que están impregnados en los rasgos étnicos mezclados de sus pobladores de fraseo andaluz o canario, tímidas sonrisas aborígenes y la gracia del negro africano.

Varias veces Pedro Calzadilla Alvarez, historiador, periodista y editor, se aventuró a rendir tributo al Valle del Orituco con sus historias locales, y las fábulas sustentadas en documentos añejos que nos acercan al pasado, que es el presente, para no dejar sin narrar lo que los libros de registros guardaron para todos los que hemos circulado por los altibajos de sus calles de paso hacia Lezama, Chaguaramas, Guaribe, Paso Real o Tamanaco, o más allá, pueblos que se desarrollaron bajo el amparo del bienestar de la gente de Altagracia . Pero, Pedro, trescientos años de historia no bastan, y aun esperamos el segundo volumen de tu trabajo que más que una investigación, son escritos de los afectos a una tierra caliente y brava de tanta indiferencia.
El actual alcalde, también historiador, Carlos Lopez Garcés, le ha entregado al pueblo otro libro que habla de su pasado, mientras que sus habitantes se leen a si mismo y encuentran en sus rostros frente al espejo del pasado, las dificultades del presente.

Hay que tenerle bastante amor a Altagracia para ir allá, lo digo por los sacrificios que deben hacer quienes deciden tomar la vía de las antiguas correrías de tránsito colonial por la trocha de Taguay y remontar los infernales caminos de tierra, que separan el estado Aragua del Guárico, y si el camino es Guatopo, la naturaleza allí ha recuperado lo que fue el trazo de una vía incrustada en la montaña y que tomada como aventura resulta una verdadera audacia, lo mismo pueden decir quienes se encaminan hacia Chaguaramas o Valle de la Pascua por la vía de Lezama, que sin duda es una carretera de intermitentes paños de tierra , piedra y asfalto y de parajes hermosos de llanura silvestre, mucho más deteriorada que la de Paso Real –Tamanaco que también enrumba al sur , vía Chaguaramas.

Altagracia de Orituco en los últimos años ha mantenido una relación comercial intensa y abundante con el Oriente, quizás por que las vías sean mejores que las del centro guariqueño, y aún así hay que hacer tripas de corazones y andar con cuidado.

En fin el Orituco que es una tierra de inmensos recursos hídricos, paisajísticos y sobre todo humanos y que enclavada en la líneas del eje norte llanero, espera pacientemente por una ejecución de infraestructura vial que potencie sus posibilidades de desarrollo y una salida a la pobreza campesina vista desde la orilla de la carretera como latente pesar y martirio que nos recuerda un tiempo que ya deberíamos de estar dejando atrás.

No obstante los gracitanos no pierden las esperanzas y han tomado en sus manos destinos empresariales que le robaron al erario público una fuerte dosis de inversión, como el Centro Industrial Caigua, emporio del tomate que crece en las riveras del río Orituco, o un portal en internet que promueve a la región desde sus ángulos culturales y turísticos como es Orituco.com, donde sus habitantes cuentan sus historias locales y vivencias así mismo y al mundo nacional y universal.

Hoy no llovió en Guatopo y el alba se levantó limpia sobre el Valle del Orituco, tal cual es la esperanza de las aguas de la represa de Guanapito la misma que calma la sed de Altagracia, así la de sus habitantes que esperan en el lado norte oriental del inmenso Guárico que su destino de oriente en una ruta de bienestar social.


Aldemaro Barrios Romero.
aldemarobar@yahoo.es