miércoles, febrero 24, 2010

Entre Mascaras

Por: José Tomás Loreto

Para la marcha hacia adelante del genero humano, es preciso, es necesario encontrar lecciones permanentes y altivas de valor.

Intentar, desafiar, persistir, perseverar, hacerle frente al destino a pesar del miedo que nos cause… o más propiamente construir nuestro destino, asumiendo la responsabilidad ante el éxito o el fracaso… es el ejemplo que necesita nuestro pueblo para su grandeza. Para la grandeza debemos atrevernos! En ese intento, en ese atrevimiento, hay hombres y mujeres que asumen el riesgo, a veces conscientes de la posibilidad del fracaso. También existe otra clase de gente, que se distingue por el arte de enviar constantemente mensajes negativos. Entre estos personajes no solamente están los habituales charlatanes de esquina, sino que entre ellos abunda gente que uno considera seria y que hasta ostentan algún tipo de estatus social. Economistas, pronosticadores de catástrofes, falsos líderes y políticos de variadas tendencias.

Sus mensajes encuentran eco en los medios de comunicación y gracias a la patología humana de regodearnos en el sufrimiento, sus palabras muy pronto andan de boca en boca, entre una población que de otra manera, estoy seguro se dedicaría a tareas mas productivas. Por ello parafraseando a Cesar Landaeta, joven venezolano psicólogo clínico, egresado de la Universidad Central de Venezuela, en una de sus lecciones de “Cómo mandar a la gente al carajo”, dice que si deseamos ahorrarnos molestias y preocupaciones, debemos aprender una verdad importante y es que en la  vida hay batallas que se deben ganar,  pero hay otras que ni siquiera vale la pena combatir………

Entre estos, están quienes colocados frente al espejo muestran la imagen de las miserias de su espíritu, enmascarado, enmascarados antes y después de los tres días que anteceden al miércoles de ceniza; el que nos anuncia el tiempo de la cuaresma, de los cuarenta días para la presencia del Cristo Redentor. Enmascarados que hacen de la política un carnaval en su versión desmejorada y pretenden hacer del carnaval un acto político… Actúan como el ladrón que por temor a ser descubierto, grita ¡agarren al ladrón! Es la política convertida en una farsa, donde se reproducen las viejas prácticas de partidos que intervenían y mediatizaban hasta la elección de la reina de carnaval en cualquier lugar recóndito de la geografía nacional.
  
De cuanto os digo, hemos visto y oído, en el día de ayer, a través de los medios de comunicación local…es un desfile con o sin carrozas. Valiéndose de las criticas de los errores cometidos por la junta organizadora del carnaval Orituco 2010, errores que califico fundamentalmente, como errores de la gerencia encargada de la organización de los eventos programados, que indudablemente crearon molestias entre los asistentes a los mismos, se valen, les decía, de esos errores para levantar acusaciones y sentenciar a María Chacin por todo cuanto mal ocurra y deje de ocurrir también, en los linderos de esta tierra de gracia.

Maria Chacin no necesita que yo le defienda. Ella se basta y se defiende sola. Yo si diré que su intervención en los asuntos relacionados con el carnaval 2010 se enfocó,  en lo  que la Ley Orgánica  del Poder Público Municipal le obliga, velar por servicios de seguridad y protección civil de los ciudadanos, instruyendo a la Dirección de Protección Civil y Seguridad Ciudadana, a la Comandancia y efectivos de Polimonagas, al Cuerpo de Bomberos “Andrés Fourneau” y Oficina de Protección Civil, enfatizándoles sobre la importancia de la coordinación en la aplicación del plan regional “Carnaval 2010 mas lento, mas seguro” especialmente con la Guardia Nacional Bolivariana, CICPC, Policía del Pueblo Guariqueño, Dirección de Transito Terrestre y sobre la necesidad de incorporar en estas labores a la milicia popular bolivariana.

Finalmente, trascendiendo los resultados que arroje el balance del carnaval 2010,  desde ya, relanzamos la propuesta de que se constituya una fundación que se ocupe de gerencial estas actividades, promovidas desde el sector comercial e industrial, en tanto que, los carnavales mas allá de su significado de fiesta pagana, constituyen oportunidades de negocio para el comercio y  para el turismo; que cuente con  la decidida participación de otras instituciones publicas y privadas, juntas parroquiales, particulares y organizaciones de ciudadanos con el propósito de asegurar, el éxito de las próximas ediciones del carnaval turístico en los valles del Orituco.



José Tomás Loreto
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