miércoles, mayo 31, 2006

LOS TAMBORES DE SAN JUAN EN EL ORITUCO (SEGUNDA PARTE)

Juan José Tovar Arias
Abogado
Universidad Central de Venezuela
Inpreabogado 46.978.
Altagracia de Orituco- Estado Guárico.



RESEÑA TAMBORES DE CHIMBORAZO
( apéndice de Tambores de San Juan)


Se inicia esta actividad o evento folklórico en la calle Chimborazo, entre las calles Sucre y Gil Pulido de la población de Altagracia de Orituco, en el año 1.991 concretamente para la celebración de la fiesta en honor al Santo San Juan Bautista. Fue precisamente en los días antecedentes a la fecha señalada, para el mes de Marzo del mismo año (09/03/1.991) cuando un Accidente Cerebro Vascular (ACV), afectó a Juan José Tovar –padre-, personaje que junto a sus tíos Pedro Tovar (perucho o vigueta como solían llamarlo) y Rafael Tovar (o codillo como era conocido) festejaban los días de los santos San Juan, Santos Pedro y Pablo y el Carmen en cada fecha santoral y precisamente para rememorar estas fechas, visto el impedimento físico que aqueja a Juan José Tovar-padre- sus hijos, particularmente Juan José Tovar Arias, entusiasma a vecinos del sector, y ese mismo año 1.991, organiza una parranda de tambor junto a Juan José Tovar (el negro José, actualmente timbalero de la orquesta Tentadora), Alexis, Carlos, hijos de Juan José, junto a Carlos Infante (hermano de Jesús Chavito, también folclorista del sector) José Alberto Vásquez (Toto) adolescente en la época y miembro de la familia López, Leonardo Polachini Ochoa, Betsy Bolívar, Nohemí Infante, Miguel Morety, Ely Saúl Bolívar, Carlos Barrios, Víctor Julio Tovar, Kenie Herrera, Familia Herrera Bolívar, Familia Coropa Tovar, Familia Tovar Celis, Familia Álvarez, Familia Ochoa, Familia Pimentel, la maestra Carmen Loreto de Silva, Elías Armas Padre e Hijo, Rafael Antonio Tovar y otra serie de vecinos de la calle Chimborazo, fueron reuniéndose inicialmente con tarimas improvisadas y gastos de sonido cubierto por los organizadores, aprendiendo algunos a improvisar versos y cantos a semejanza de quien se encontraba impedido para ello (Juan José Tovar), inicialmente después de compartir en la calle Chimborazo visitábamos a diferentes personas en sus casas y durante la madrugada con la tradicional parranda de tambor.
Durante los años subsiguientes, hubo la necesidad de contratar sonido profesional, ensamblar una tarima con un escenario mas técnico y acorde a la magnitud del evento, se creo la “Fundación Cultural Chimborazo” persona jurídica de derecho privado encargada de promover la tradicional celebración del día de San Juan Bautista; hubo mayor participación de los vecinos y en fin, tuvo mayor realce las celebraciones, participaron en cada fiesta o evento durante once (11) ininterrumpidos años agrupaciones folclóricas de la región como Los Hermanos Landaeta, Benigno Utrera (fallecido) y su parranda, Parrandas de Negros de Plaza de muchos sectores de nuestra ciudad, como Ipare, Los Guires, El Charco, Paural, Botalón, Peña de Mota y muchos otros sectores. De igual forma han participado en nuestra celebración, La Parranda emblemática de los Hermanos Romero y se ha recibido visita de Universidades Nacionales tales como, la Universidad Central de Venezuela a través de la Dirección de Cultura, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Extensión de Universidad Rómulo Gallegos, y agrupaciones como Mano e’ Pilón y Maíz quien grabó varios golpes de tambor de nuestra región.
Esta celebración se ha constituido en una verdadera devoción a la festividad santoral de San Juan Bautista, grupos de tambores como el dirigido por Argenis Berroterán, de San Rafael de Orituco, Falito Carpio y León Arturo Mijares (+), personajes de la segunda generación de folcloristas que aun viven en nuestras celebraciones, el tambor de José Infante (camorra) de los Guires, el tambor de la Playera de los Hermanos Requena (Carlos y Pipo), El tambor de Peña de Mota ( de Nelson Requena) y cantadores como Rómulo López, Saúl Bolívar el Negro Uvito Punchiluppy (ahora cristiano evangélico) han desfilado haciendo honor a una tradición, como señale anteriormente, emblemática en la historia del folklor negroide del Orituco.

La celebración comienza la víspera de San Juan, es decir, el 23 de Junio durante la noche y gran parte de la madrugada, Carlos, Willian y Zulema Tovar, Nohemí Infante, Betsy y Nélida Bolívar organizan el evento, grupos invitados o no, se apersonan a la calle Chimborazo, después de visitar distintas casas y hogares terminan su recorrido justo en el evento. La actividad de los tambores de Chimborazo en el día de San Juan, ha servido para reconocer los meritos de folcloristas de la región, en tal sentido, se reconoció la trayectoria de Jesús Antonio Ochoa (impedido físicamente desde hace varios años) como cantador de tambor, León Arturo Mijares, (fallecido recientemente), Rafael Antonio Tovar y muchos otros han recibido el reconocimiento de la Fundación Cultural Chimborazo y vecinos del sector.
Por supuesto la Parranda de Los Tovar o el tambor de Chimborazo ( a cada grupo o parranda se les denomina popularmente el tambor de tal o fulano esto ultimo, alegórico a quien canta o representa a la parranda ) es el anfitrión, y ameniza el evento, dos cantadores que tratan de seguir la enseñanza de Juan José Tovar-padre- Alexis y Juan José, procuran aprender los ritmos tradicionales, José Alberto (toto) López, El Negro José, y Rafael Antonio Tovar , ejecutan el tambor en el cuero, Carlos Coropa Tovar(Carlitos), Carlos (Chavito) Infante, Miguel Morety, y los adolescentes José Infante y Miguel Morety hijo, ejecutan los palos, el coro está compuesto por Víctor Julio, Carlos José Tovar, José Miguel Zerpa López, Ely Saúl Bolívar, Reyner y Ronny Mora Ojeda, Jorge Luis Álvarez, Elías Armas-hijo-, Willian Tovar, Nohemí Infante Bolívar, Jenny Álvarez Tovar, Edgar Herrera Tovar, y otros vecinos del sector, todo para rememorar improvisadores como Lorenzo Berroterán y Carmelo Sifontes cuando concurrían a la calle Chimborazo en los días de San Juan, este último impecablemente vestido con su liqui-liqui blanco y sombrero ladeado improvisando a los vecinos y amigos bajo la ejecución de Rafael y Perucho Tovar, Codillo y Vigueta, como se les llamaba, respectivamente.
La celebración religiosa es organizada por Willian Tovar, Thaís García, Kenie y Belkys Herrera Tovar, Arelis y Zulema Tovar. El día 24 la misa o celebración eclesiástica, luego la procesión desde la Catedral Nuestra Señora de Altagracia hasta el altar que todos los años se levanta en la calle Chimborazo, se baila, se le canta a san Juan Bautista en procesión con repiques de tambor, versos improvisados y coros de quienes acompañan al santo con pañuelos y sombreros, ramos y palmas.
Durante el día 24 de Junio, en la calle Chimborazo, entre Sucre y Gil Pulido, ,las competencias infantiles de juegos tradicionales, son amenizadas por Carlos (Chavito) Infante, huevos en cucharas, palo encebao, carreras en sacos, carreras de morrocoy y otros juegos forman parte de las atracciones para los niños y adolescentes.
En la fiesta, los golpes de tambor, el Lucero, medio lucero, “la jinca”, “el lloraíto”, y otras expresiones rítmicas propias del tambor de la región se manifiestan en la fiesta del santo Negro, alegría y devoción juntas se pregonan en estas fiestas; el tambor de los Tovar o de Chimborazo tiene una manera peculiar, singular, característica que lo distingue de las otras parrandas, resulta fácil auditivamente reconocer cuando suena el tambor de los Tovar o de Chimborazo, los coros organizados, la forma particular de ejecutar el cuero del cumaco o tambor, la alegría la versatilidad, la expresión autentica de una cultura que se vive y se siente ha contribuido a que acertadamente se llame y conozca a la calle Chimborazo, como la Calle de la Tradición Gracitana (decretada así por las autoridades Municipales durante el año 1.992) la cuna del Tambor y la Guaraña, de las familias Tovar y Romero, genuinos representantes de estas expresiones populares del valle del Orituco.

domingo, mayo 28, 2006

EN MANOS DE NERY OCHOA LA LUNA SI ES DE PAN DE HORNO

Evelin Antolinez
Mail: eveantolinez@yahoo.es

La tarde ya empezaba a caer y allí estaba ella, con la mirada perdida, sentada en su gastado mueble de mimbre, justo detrás una de las dos hojas de la puerta de entrada.
Aun flotaba como una hoja seca el olor a harina tostada, ingrediente principal de la granjería criolla que desde hace más de medio siglo brota de las manos de la señora Nery Ochoa, una mujer humilde casi nonagenaria, oriunda de la población de San Rafael de Orituco.

- Yo aprendí a hacer el pan de horno desde chiquita. Mi mamá me ponía a mí y a Matilde, mi hermana, para que aprendiéramos. “Vengan para que aprendan”- decía mi mamá - “ya Matilde se fue a caminar” pero yo me quedaba pegadita aprendiendo.

Y vaya que aprendió. Hoy sus dulces recorren el mundo, para satisfacer las nostalgias de los orituqueños que por una u otra razón se fueron a probar fortuna lejos de los predios del Orituco y que empaquetaron junto con sus pertenencias el tesoro de sus recuerdos.

- Nosotros elaboramos sobre trescientas piezas semanales y en temporadas buenas hacemos el doble. También hacemos por encargos para exposiciones o para el exterior. Tú sabes que este pan de horno ha ido a muchos países. A Norteamérica, a Europa. Son personas venezolanas que van a viajar y llevan pan de horno. Por ejemplo, para España siempre mandamos.

Lo dice así, como al descuido, pero con el orgullo reflejado en sus ojos y en el timbre de su voz. Una voz dulce y cansada. Sus 86 años ya le pesan y si no que lo digan sus piernas, hoy resistidas a seguir el camino que antaño la llevaba, varias veces al dìa, desde la cocina hasta el viejo horno de barro y leña. Siempre con su bandeja de golosinas.

- Ahora estoy inválida de una pierna. Mi hijo Carmelo es quien hornea, porque el no quiere que vaya pàl horno por lo de la pierna. Pero no me voy a hacer nada en esa pata, ya estoy vieja. Después de la caída pasó que me dio un páramo y una fiebre altísima. Era una flebitis, ahora tengo las piernas dormidas. Eso también puede ser por la horneada. Carmelo sabe hacer el pan de horno, pero como a mi todavía me gusta eso, yo los hago y él los hornea.

Y también nos describe el proceso. En una antigua batea de madera aguardaban los tejos, las empanadas rellenas con dulces de lechosa, auyama, batata o topocho, las roscas y los rosquetes. Su aroma es inconfundible. Tienen el sello de las Ochoas.

- Para esto se necesita maíz Cariaco o Amapito, como también le dicen. Es un grano más blanquito, pero te voy a decir una cosa: ese no es puro, puro. Ese está entreverao, porque el puro, puro es de colores. Vienen granos amarillos, moraos, nonos azules. Mira ahí, algún granito se consigue – dice Carmelo, mostrando un tobo lleno de granos de maíz.

Y de aquí en adelante la madre le sede el protagonismo. Nadie se imaginaría que detrás de ese cuerpo de hombre grande y fornido se esconde un alma de pandehornero.

- Este proceso es muy rudimentario y sobre todo, manual. Hoy en día todo es lo rápido, todo está mecanizado. ¿Te imaginas a un joven de ahora con una máquina de moler antigua, a pulso? ¿Tú crees que lo harían? Tendrían que ser gente del campo o pueblerinos, donde todavía puede que exista eso.
Nosotros compramos el maíz esgranao y no se pila. Se pone a tostar y después se muele. Poco a poco, porque si no se atora la máquina. Esto se lleva a harina, lo más fino que se pueda, así seco, mojao no sirve.
Después de eso se le agregan los ingredientes, de acuerdo a lo que quieras hacer. Si son tejos; llevan lo que es anís y canela. La empanada y la rosca te llevan es bicarbonato y sal, el dulce se lo da el papelón. Para la rosca y la empanada se agrega rallao, para el tejo, en melao, derretido el papelón. La grasa que se utiliza es la manteca de res, si es de ubre de vaca, mejor. Todo eso lleva huevos, eso si, cierta cantidad, porque si se pasa, bueno….
Desde niño he tenido nociones de esto porque siempre vi a mi mama haciéndolo.
Antes se vendían a puya, a centavo, a tres por locha. Hoy están a setecientos bolívares, porque el maíz está muy caro y no se consigue.
Ahora que los dos estamos aquí, inválidos, y ella ya no puede ni moler ni hornear, yo me he dedicado a esto. Yo le preparo el material y ella lo termina. Yo lo horneo.

Pero la historia del ancestral horno, será materia de nuestra próxima entrega.

viernes, mayo 26, 2006

CRONICA DE GUERRILLAS

Una noche de asalto.

Todas las noches esperábamos a la plagas en la puerta del cuarto, allí nos paramos papá y yo como dos guardianes de la salud a atrapar los zancudos con las manos embadurnadas de kerosén, y cada vez que matábamos uno, lo marcábamos en la pared para llevar un registro de las bajas producidas a las columnas de mosquitos, que a decir de mi padre eran los portadores del paludismo.
Para entonces el pueblo había sido tomado por el ejército y una guarnición de militares permanecía en la inmediaciones, constantemente grupos de la Digepol se trasladaban por las calles, de arriba a abajo. La Prefectura que estaba ubicada al lado de nuestra casa, era centro de movimientos y conversaciones de extraños personajes vestidos de civil, siempre con fusiles al hombro, algunos con cascos militares, a una cuadra de la jefatura civil, se instaló una estación de la policía política; desde la ventana del cuarto de mi casa se escuchaban las risas y conversaciones sostenidas por los policías y alguno que otro civil. De vez en cuando alguna mujer del buen vivir se acercaba con sus labios rojos y sus cachetes colorados a coquetear con los hombres de armas, haciendo el escenario divertido, toda vez que en el imaginario de un niño de 6 años se disparaba la creación, especialmente cuando a aquella mujer la apodaban “La Casco Roto” . ¿Porque le decían así? ¿Seria por sus relación con los militares,
seria por cabeza dura?. Realmente nunca llegue a saberlo, cuarenta años después me hago la misma pregunta recordando la gracia de aquella pequeña y regordeta mujer de labios rojos, de aspecto mulata, que cierta vez hubo de recurrir al auxilio de mi padre, el boticario, para curar un padecimiento venéreo.
Sin darme cuenta el pueblo respiraba una atmósfera de terror debido a la presencia de aquellos “policías” llamados digepoles, que hurgaban con la mirada a los habitantes donde todos éramos sospechosos.
El servicio de luz eléctrica que entonces existía en Guaribe lo proporcionaba una planta a gasoil que era encendida al comenzar la noche y apagada a las once, a partir de ese momento funcionaban las velas y las linternas, todo el pueblo quedaba a oscuras, en las calles los únicos autos que circulaban eran de los militares o de la Digepol.
Una noche de abril de 1966, comenzamos la rutina de atrapar plagas a la puerta del cuarto y ya para los ocho de la noche terminaba nuestra faena y luego a colgarse en los chinchorros a dormir.
Como una pesadilla de media noche, desperté apurado por mi padre y mi hermano mayor pidiendo que me tirara al suelo, que me agachara. Entre la oscuridad puse mis rodillas en el piso frío y seguí la silueta de mi padre junto a mi hermano mayor, Ricardo, hasta un rincón del cuarto, me coloque en medio de los dos, soportando un ataque de cólicos que sufría mi papa por los nervios ante aquella situación.
Al volver en conciencia escuchaba los gritos y los tiros que venían desde la calle, ráfagas de metralla, pasaban silbando sobre el techo de la casa, los tiros y los gritos se perdían entre la oscuridad, tiros distantes e intermitentes continuaban disparándose desde otros puntos. Todo quedó en silencio unos minutos después, un carro pasó veloz frente a la casa rompiendo el silencio, luego otro, hasta que todo quedo tranquilo. Continuamos agachados en el rincon hasta que amaneció.
Un silencio sepulcral se dibujaba en los rostros de los que venían a la botica a buscar algún remedio. “¿Don Rafael escuchó el tiroteo anoche? Y que fueron los guerrilleros!”, decían con la mano en la boca. Papa guardaba silencio.
La noticia apareció dos días después en Ultimas Noticias, pero la habíamos vivido en carne propia y muy cerca. En la línea de tiro de la Digepol, había quedado un cotufero que perdió la vida y que fue encontrado horas después, por un hilo de sangre que manaba de su camión, la muerte lo halló dormido en su chinchorro cuando disparatadamente la policía tiroteaba a las sombras de una brigada guerrillera del Frente Ezequiel Zamora de El Bachiller, que como táctica dilatoria decidieron aquel ataque un día de abril de 1966.

Aldemaro Barrios Romero
aldemarobar@yahoo.es

LA CREATIVIDAD RELACIONADA CON EL PROCESO GERENCIAL DE LAS ORGANIZACIONES

Por
Prof. Soraya González Rojas.
C.I: 8.219.370
Estudiante de la Universidad Rómulo Gallegos.
Maestría en Gerencia Administrativa.
Núcleo Altagracia de Orituco.


El hombre ha tenido la facultad de expresar a través del tiempo y el espacio un pensamiento creador, adecuado al momento de su existencia, a medida que avanzamos en el tiempo, la capacidad de pensar ha tenido una tendencia hacia la construcción de un desarrollo de vida que llena las ilusiones para una mejor convivencia. Se considera al individuo libre de actuar y ejecutar su creatividad sin determinismo previo.
Estudiar la creatividad del ser humano dentro de un marco capitalista, en el cual nos ubicamos, llama la atención al hecho del término, en el sentido de las variables científico tecnológico, de los procesos históricos y de la cultura, se encuentra dominado por una administración que está en manos de una clase social al servicio de los intereses económicos de la misma. La estructura organizativa y la gerencia de estas, vienen determinadas por una concepción capitalista, apoyadas por sectores burocráticos del estado. El la sociedad capitalista, el poder de la creatividad es inherente al desarrollo del ser humano, está apegado al éxito que puedan tener las organizaciones, tanto productivas, como generadoras de servicios, por lo que juega un papel preponderante en la buena conducción y ejecución de los recursos intelectuales y humanos.
Es considerado normal y legítimo que el hombre, la mujer o seres creativos, utilicen la creatividad como expresión para la construcción de un desarrollo socioeconómico de la nación, o bien, puede ser utilizada bajo un criterio mezquino, egoísta, manejo irracional de los recursos, situación que nos conduce a la destrucción de nuestra vivencia, en todo caso, la creatividad se desarrolla siempre con un interés en base a la ciencia y la tecnología, de manera que esta concepción tiene una lógica aplicación de dominio sobre las sociedades de consumo. Las organizaciones apuntarán con este poder creativo, en un contexto donde al usuario lo hacen ver en una dirección, apegado a un consumismo elevado, como respuesta a la recuperación al sistema capitalista en sus momentos difíciles, el papel de retomar la reacumulación de capital para seguir existiendo. En ese sentido la creatividad juega un papel predominante en la gerencia de las organizaciones, llámense productivas o prestación de servicios, es la forma de disponer los recursos de distinto orden, con la intención de elevar el dominio del hombre hacia el consumismo o determinar dentro de un capitalismo regulado por el estado que permita solucionar la relevancia de los problemas sociales, en ambos casos existe la relación dominante de los hombres sobre los hombres en el medio de una coacción que se considera legítima del régimen, por lo tanto la tendencia de lo creativo del ser humano va a depender del sistema donde se desenvuelve y su posición no se considera neutral, la genialidad de lo creativo puede ser representada como la utilización de grupos sociales en función de sus caprichos, ya que son tomados para abusar en algunos casos sobre la explotación indiscriminada de la naturaleza y por ende trae consecuencias negativas hacia la sociedad, generando complicaciones en la vida del mismo hombre. Este es un problema social que evidencia la fragmentación de la creatividad del ser humano, ya que el desarrollo científico y tecnológico utilizado en las organizaciones más bien lo que hace es crear una incertidumbre lo de que va a ser su futuro, de manera que en los países subdesarrollados se tiene asignado el papel de no ser creador, sino que utiliza la creatividad de los países desarrollados, porque ellos son los que tienen el poder económico, apoyado de una clase social interna que también posee un poder económico y político, de tal forma que la clase burguesa que se encuentra en los países subdesarrollados solo administra la creatividad en función de los recursos que le ha brindado la naturaleza. En el mundo actual se ha acelerado la crisis de los viejos paradigmas, que debe ser vista como algo positivo, ya que la creatividad pasa a ser considerada como inicio para desarrollar los nuevos espacios para las organizaciones como práctica de la gerencia de las mismas, es decir que los factores económicos, sociales y políticos en que se vive, hacen posibles las nuevas estructuras y coyunturas que van a edificar la sociedad, y en eso la creatividad toma un papel relevante fomentando su desarrollo, dando un ejercicio pleno del pensamiento integral en función del propio hombre y de las organizaciones y direcciones de las empresas tanto públicas como privadas. El acto creativo debe ponerse al servicio del desarrollo de las organizaciones, en forma justa, con derechos adquiridos de lo que es posible de acuerdo a los intereses de los principios que regulan la vida económica, social y política del país. De manera que la creatividad genera un poder, y mientras se sea más creativo se obtiene mayor poder, es decir el saber se ha convertido en una matriz o fuerza productiva que garantiza el control y la disputa del poder y la información, en este sentido la gerencia de las organizaciones se avoca a controlar los espacios económicos, que tomando como base la problemática de la economía, la técnica y la ciencia, la creatividad generada tiene que poseer relación con el desarrollo de las organizaciones productivas, y la gerencia de las mismas deben tener la capacidad, la instrumentación creativa que está orientada para satisfacer necesidades de la sociedad, de forma que la ciencia y la tecnología deben poner al descubierto el mundo real en que se vive.

lunes, mayo 22, 2006

LOS TAMBORES DE SAN JUAN EN EL ORITUCO (PRIMERA PARTE)

Juan José Tovar Arias
Abogado
Universidad Central de Venezuela
Inpreabogado 46.978.
Altagracia de Orituco- Estado Guárico.



Los Tambores de San Juan. (en Altagracia de Orituco Estado Guárico. CHIMBORAZO)

En los valles de Altagracia nace esta expresión folklórica, según los cultores de este genero musical, como símbolo de manifestación de libertad de los negros esclavos de la época de la colonia, asentados al margen del río Orituco en el punto conocido como Tocoragua, desde allí, los negros esclavos con ascendencia o raíz africana, trabajaban en los cañaverales y moliendas habidas en la zona, en los tiempos libres y sobre todo en las celebraciones de santos como San Juan, San Benito (santos negros) estimulados con bebidas espirituosas, daban rienda suelta a esas expresiones muy propias de su raza y sus creencias, era una manera de sentir la libertad que no poseían, improvisando versos alegóricos a la necesidad de ser libres, de unirse en parejas, de ser tratados como personas. Por la cercanía geográfica con zonas contiguas y más próximas a Tocoragua, como San Rafael de Orituco y Lezama se enraizaron expresiones muy propias de ellos como lo son, los Negros Kimbanganos que eran bailes entre parejas de hombres que simulaban una riña o revuelta durante el baile.
En algunos barrios o sectores de la urbe de entonces, es decir, hacia otros sectores donde habitaban obreros o trabajadores que no eran esclavos pero si trabajan en la única fuente de empleo de la época como capataces o caporales, y que de alguna manera compartían con los negros esclavos, fueron haciendo suyas aquellas expresiones con el toque mestizo que si bien no era una ejecución idéntica de los tambores y los ritmos, denotaban una confusión que evidenciaba el origen de la expresión cultural y le agregaba la variante de ser una manifestación percibida conforme a ese mestizaje de quienes veían en la ejecución de los esclavos una manera de evadir una triste pero locuaz realidad, la esclavitud.
Con el devenir del tiempo, y la evolución social local, personajes de los valles de Altagracia fueron cultivando la ejecución de los ritmos del golpe de tambor, improvisando versos dedicados a situaciones de la realidad de entonces o bien para dilucidar rencillas personales o desavenencias, asimismo, cantaban para enamorar las muchachas y extendiendo esa forma de expresarse, visitaban durante las fiestas santorales las casas de familiares y amigos sobre todo en los días de las vísperas, esto es, durante el 23 de Junio para el día de San Juan Bautista; durante el 15 de Julio para el día del Carmen, durante el día 27 para el día de los santos Pedro y Pablo, en esas fechas era recibidos con bebidas y comidas durante las noches de serenata con tambor, en esas casas improvisaban versos a los jefes de familia, a las jovencitas y a sucesos vinculados a la familia que se visitaba. Esta parranda o manifestación conformada por: dos cantadores o improvisadores, muy al estilo del contrapunteo llanero, (aunque a veces era uno) un grupo de personas que entonaban los coros, un ejecutante del cumaco o tambor en el cuero y otro en los palos, recorrían el pueblo en las fechas indicadas. Esta tradición se transmitió progresivamente de generación en generación, por ello, recuerdos quedan de Lorenzo Berroterán, Carmelo Sifontes, Rafael Tovar, Pedro Tovar (perucho) -fallecidos todos- León Arturo Mijares, entre otros y de otras figuras como Falito Carpio, Juan José Tovar, Jesús “Chavito” Infante , Saúl Bolívar, Argenis Berroterán que han sido figuras contemporáneas.
Por la manera de ejecutar el tambor, se distinguían los grupos, de allí que, el tambor de Chimborazo, ejecutado por, Rafael Tovar (Codillo) y Pedro Tovar (vigueta), quienes conformaron la primera generación de tamboreros de “los Tovar” junto a Martín Román, quien estuvo vinculado a la familia Tovar de la época, las improvisaciones de Carmelo Sifontes, Leonardo Ojeda (vaquirito) y Juan José Tovar junto a Rafael Antonio Tovar (otra generación de la familia Tovar) , eran reconocidos en la época; distinto eran los golpes de Lezama, San Rafael y Chimborazo; desde aquí de Chimborazo, se oían los Luceros, medios luceros, que en otros sectores de la población eran conocidos como “una catira” o “media catira”; golpes como el “lloraito”, el “guarenero”, presumiendo que era una expresión de algunos visitantes de la zona de Guarenas que entusiasmados por el golpe de tambor, entonaron versos sumados a la fiesta, y como singular expresión un golpe muy sui generis “el ocumareño” que se entonaba sólo una vez durante la parranda o escasamente dos veces por parranda, entendiendo como parranda una celebración para una sola fecha; este ritmo o golpe, se presume fue por la influencia ejercida por los habitantes de Ocumare del Tuy sobre algunos cantadores de los Valles de Altagracia quienes, en travesía hasta esa población llevaban ganado para después trasladarlo hasta Caracas, de aquí que resulte evidente diferenciar cuando un golpe es tocado por grupos de cada sector, sobre todo, en circunstancias donde se afloran el ingenio, la habilidad y la creatividad de los ejecutantes o tocadores con los cantadores.
Por estas y otras sentidas razones, el empeño de la Fundación Cultural Chimborazo de que la tradición no muera.




Nota: En preparación como complemento, otra investigación al respecto, y su relación instrumental con el tambor costeño, la composición rítmica y diferencias.

jueves, mayo 18, 2006

EL MEOLLO DEL ORITUCO

Rosa Utrera
Rosautrera32@yahoo.com

Al leer los comentarios que algunas personas han hecho a la página Orituco.com vinieron a mi mente algunas situaciones vividas en mi tierra natal. No pretendo ser Manuel Barroso tratando de explicar el auto estima de nosotros los gracitanos pero voy a tratar de hacer una conección entre el patrón de conducta de un pequeno grupo de personas que viven en el Orituco y el lento progreso de esta tierra dotada de muchos recursos naturales y humanos.
A diferencia de otras regiones del estado Guárico donde las poblaciones se han unido sin importar filiación política o económica con el propósito de obtener mejoras para la colectividad, la región del Orituco se ha caracterizado por la desunión e inclusive el ataque contra cualquier persona o grupo que busque alguna mejora para nuestra comunidad. A continuación voy a mencionar varias situaciones que muestran un viejo problema en nuestra región y el cual debemos solucionar lo mas pronto posible.
Hace muchos años la empresa Pepsicola mostró gran interés en establecer una embotelladora en el Orituco, y segun se dice en el pueblo, un grupo de hacendados temiendo ser afectados por la posible pérdida de la mano de obra barata empleada en sus fincas, utilizaron los políticos locales de turno para poner trabas insuperables a la empresa al punto que esta decidió irse para Valle de la Pascua. Con ella se nos escaparon cientos de empleos para la región y dejamos de percibir millones de bolívares en impuestos municipales que todavía pudieran estar ingresando e invitiendose en nuestros pueblos.
Luego vimos como perdimos en su oportunidad el establecimiento del Tecnológico de los Llanos que no por casualidad fué a parar a Valle de la Pascua. Mucho tiempo después logramos un tecnológico pero con un gran retardo y menor calidad académica. Esto también se atribuyó a la falta de visión y liderazgo en la región donde cualquier persona que asuma una bandera de lucha en beneficio de nuestra tierra corre el riesgo de ser atacado ferozmente por este pequeño grupo de individuos llenos de mezquindad o por afectar intereses de algunas personas de la región.
Esta misma actitud la vimos durante la planificación y ejecución de los proyectos urbanísticos en los ejidos municipales en las administraciones pasadas. Cada metro de territorio municipal era litigado a muerte en los tribunales por terratenientes locales, quienes armados con títulos supletorios de propiedad o mapas de dudosa procedencia lograron en numerosas oportunidades amparos judiciales que paralizaron parcelamientos destinados a la construcción ordenada de viviendas para la gente del Orituco. Los habitantes de las Urbanizaciones el Diamante, las Mayitas, Paural, y Colinas de Camoruco son testigos de las grandes luchas libradas para obtener su parcela. Al final de todo esto, los terratenientes no conservaron las tierras y mucha gente no le quedo otra alternativa que la vía extra-legal, las invasiones.
Tambien recuerdo las grandes complicaciones y retardos durante la construcción de la vía perimetral causadas mayormente por acciones judiciales de los cuasi propietarios de los territorios por donde la vía iba a pasar. Hacendados de la zona sacaron viejos mapas alegando derechos de propiedad sobre los terrenos que comenzaban desde el Morro de Macaira pasando por Camoruco llegando hasta la plaza Bolivar de Altagracia incluyendo parte de la región habitada del pueblo. A su manera de ver las cosas, el pueblo era legalmente de su propiedad y la gente debía estar agradecida mas bien de que éllos los dejaran vivir allí. Luego de tanto jaleo y tiempo, se logró construir la vía y los terratenientes perdieron parte de los territorios ocupados ante las invasiones.
Podriamos seguir exponiendo casos en el Orituco. El fracaso del proyecto del Ateneo para Altagracia. El abandono de la lucha por la construcción de la via Altagracia-Ocumare que colocaría al Orituco a tan solo hora y media de Caracas con lo respectivos beneficios que esto significa para la región. El eterno descuido de la carretera de guatopo, el abandono de las carreteras hacia el oriente que conduce a Valle Guanape y la vía hacia Chaguaramas. No es la ideosincracia de la gente del orituco, como lo comenta una persona que opinó en esta página. Esa es una salida fácil e injusta para culpar a la víctima de las acciones de su victimario. La gente del Orituco nos encanta estudiar, trabajar, nos gusta vivir bien, andar elegantemente vestidos, aparentar que estamos en control de todas las cosas, somos alegres, y tenemos dignidad. Pudieran ser los políticos quienes han venido demostrando uno tras otro su incapacidad para liderizar la voluntad popular local y administrar los recursos de la región sabiamente. Evidentemente éstos han carecido de ideología alguna y no les da verguenza, como dice el que hizo esta página, que los vean como adecos un día y chavistas el día siguiente siempre y cuando vean la posibilidad de posesionarse o retener momentaneamente un cargo.
Creo que el problema radica mayormente en el egoismo y la mezquindad de unos pocos que han detentado cierto liderazgo por encargo. No hablo solamente del liderazgo político. Me refiero a ese pequeño grupo de individuos pertenecientes a diferentes organizaciones culturales, economicas, sindicales, y privadas a quienes les es imposible aceptar iniciativas de personas distintas a éllos. De manera constante sabotean cualquier proyecto que beneficie la comunidad tan solo por el hecho de que no son éllos quienes lo estan ejecutando. Para cumplir sus propósitos utilizan la sucia estrategia de regar rumores malsanos, realizar críticas de forma anónima y destructiva, desprestigiar a la persona, formar alianzas para frustar los proyectos, sembrar desunión en la colectividad e inclusive regar panfletos en el pueblo para desacreditar las personas.
La gente del Orituco tenemos la tarea de identificar la manera de actuar de estos individuos que han causado tanto daño a la region. Acto seguido apoyar fervientemente cualquier proyecto, iniciativa, o plan que tienda a mejorar nuestra comunidad no importando donde venga. Debemos apartar prejuicios y los tintes políticos a la hora de tomar decisiones que favorezcan nuestra región. Los políticos del Orituco les importa un bledo cambiar de partido cuando tienen un interes personal, ¿Por que tiene que importarnos a nosotros el color del partido de quien haga un propuesta razonable? Quien haga un llamado para protestar por el mal estado de las vias hacia y en el Orituco debe ser apoyado por el pueblo en su totalidad. Tambien debe ser seguido quien organice un movimiento para el mantenimiento del Liceo Ramón Buenahora, y las areas verdes del Jose Ramón Camejo. Debemos apoyar a quien eleve su voz para que se limpie el río Orituco de desperdicios. Tenemos que estar del lado de quien proponga acciones conjuntas entre la autoridad y los vecinos para combatir la inseguridad. Debemos apoyar a quien proponga una manifestación en frente de la alcaldía para lograr un cabildo abierto con todos los consejales y el alcalde para aportarle ideas y exigirle solución inmediata a nuestros problemas. Hay muchas cosas que necesitan mejorar en nuestra región y debemos apoyar a quienes tomen la iniciativas, aun cuando no sean las mejores, pero para eso estamos los demas, para contribuir a mejorar las propuestas. Hace poco una alta funcionaria de la gobernación del estado Guárico me explicó que esa sede esta frecuentada permanentemente por delegaciones de todos los municipios del estado solicitando inversiones, proyectos, y recursos para sus pueblos, pero que nunca veía a nadie del distrito Monagas. Yo si creo que hay gracitanos pidiendo pero en forma individual y para éllos mismos sin darse cuenta que el enriquecimiento de la región es la mejor manera de hacer y mantener la riqueza individual. Aprovechemos esta página que parece darle cabida a todo el mundo para aportar ideas de como resolverlos problemas que tenemos en nuestra región.

miércoles, mayo 17, 2006

AMO A ESAS MUJERES LUMINOSAS

Manuel Gómez Naranjo
Mail: accicamp@cantv.net

Ello, a pesar de que los hombres tenemos toda la existencia en una conspiración universal contra la mujer; esta conjura ha sido devastadora porque diseñó la imagen de la mujer como un ser débil y poco inteligente, como un macho imperfecto que requiere –debido a su incompletud- de la protección y el castigo de los hombres. Esta infamia argumentada desde posturas teológicas o biológicas ha sido abrazada fervorosamente por los hombres y asumida por las propias mujeres casi con devoción.
En la antigüedad y en la edad media se dudaba muy sutilmente sobre el sitio que correspondía a las mujeres, si en el número de los humanos o en el número de los animales, lo que incluso llevaba a una actitud condescendiente: ¿se puede castigar a las mujeres con tanta severidad como a los hombres?.
En la edad media se estereotipó a la mujer a partir de un conjunto de debilidades capitales: es crédula, impresionable, charlatana e inconstante; se decía en un libro capital el Malleus Maleficarum: “Si no existiera la malicia de las mujeres, incluso sin hablar para nada de las brujas, el mundo se libraría de innumerables peligros, la mujer es más amarga que la muerte, es decir, que el diablo cuyo nombre es la muerte según el Apocalipsis”.
Comenta Jean Delumeau en su libro El Miedo en Occidente, que esta demonización de la mujer por parte del hombre se debe, entre otras cosas, a un miedo primario vinculado a la sexualidad; dice Delumeau: “En el inconsciente del hombre, la mujer suscita la inquietud, no sólo porque ella es el juez de la sexualidad, sino porque él la imagina insaciable, comparable al fuego que hay que alimentar sin cesar, devoradora como la mantis religiosa”.
En la sociedad venezolana actual –especialmente en el mundo rural- es frecuente conseguir entre lo hombres ese miedo intemporal a que se cuestione su virilidad o a la supuesta infidelidad ontológica de las mujeres; es por esa razón –dicen- “que hay que preñar a la mujer todos los años”; de esta forma se afirma que el hombre “todavía puede” y, lo más importante, se asegura la fidelidad de la mujer porque “…ningún hombre se va a acostar con una mujer preñada”.
La conjura universal contra la mujer no ha terminado aún, de allí que ellas se enfrentan en la cotidianidad a la infamia y al abandono. Conozco decenas de mujeres con diez o doce niños que se levantan cada día a inventar un futuro para sus hijos, que son una columna inmensa sobre la que descansa la familia entera. Ellas tienen una voluntad de hierro que soporta la incertidumbre del desempleo, la inconstancia de los hombres que aparecen en su puerta con una promesa y desaparecen después de tres hijos; ellas son las que no han claudicado su feminidad y se perfuman y se peinan para asistir a la ceremonia de la vida.
Es por ello que amo a esas mujeres luminosas, a esas mujeres humildes o poderosas que espantan sus soledades con la fuerza de la inteligencia y la bondad. Amo esas mujeres luminosas a las que celebró Mario Benedetti con un verso memorable: “una mujer desnuda es un enigma y siempre es una fiesta descifrarlo”.

sábado, mayo 13, 2006

ESA GARZA CITADINA

Evelin Antolinez
Mail: eveantolinez@yahoo.es

Ya no se quien soy. No recuerdo qué vuelo migratorio me trajo hasta estas tierras. Mis pulmones han olvidado el olor, libre de impurezas, de mis esteros. ¿Y qué decir de mis ojos? Ellos, oblicuos y oscuros que otrora divisaban el horizonte sin fin, hoy petrificados solo ven ese gran río de asfalto, poblado de extraños peces. Son de muchos colores, de todos los modelos. A veces sólo puedo ver su celaje, otras, se detienen frente a mi, para luego avanzar muy lentamente.

Todos están allí, pero ninguno logra ver mi sufrimiento, el mismo que sienten ustedes ante las inclemencias de esta ciudad que, como prostituta amable, nos coquetea y nos abre sus brazos, para luego, en un alarde de astucia, hacernos polvo con sus tentáculos y así cobrarnos con la vida el cúmulo de ilusiones que pusimos en ella.

Frente a este río nauseabundo transcurren mis días sin apenas percatarme. Pero hay algo en el aire, un no se qué de angustia que me oprime el corazón y me hace repetir lo que tantas veces les he oído decir a ustedes: - “Un día de estos agarro mis peroles y me voy de este infierno. Aquí ya no se puede vivir”.

Sin embargo, ese día nunca llega y seguimos aquí, con un mundo de paciencias a cuestas, tal vez herencia del santo Job, para engañarnos una vez más al creer que le podemos dar otra oportunidad a esta inmisericorde señora que devora nuestros sueños. Y amanecemos de nuevo con las ilusiones renovadas, amándola aun más por las migajas que nos da.

¡Cómo me gustaría despertar un día con las alas al vuelo y la vista puesta en un futuro mejor! Pero soy esa garza citadina, hecha de madera y metal que vivirá en el parquecito de la Urb. El Rosal de Caracas, a orillas de la avenida Francisco Fajardo, hasta que una máquina sin sentimientos me deje relegada a simple escombro en algún rincón oscuro de cualquier basurero.

domingo, mayo 07, 2006

Pedro, ¡la tengo!

Mercedes Chacín

El primer álbum de barajitas que tuve, y que llené, fue el de una parejita que hacía definiciones del amor. “”Amor es...invitarla al cine”, “Amor es...un día en la playa”. Y así cientos de frases entre cursilonas y descriptivas del ideal del amor. O mejor, del ideal del amor de quien las creó. Eso fue hace tiempo, en Altagracia de Orituco, pueblo donde transcurrió mi infancia. Recuerdo que no eran adhesivas y las pegaba con la pulpa o juguito de una frutilla, parecida a una uva, llamada tarare. Con tarare también hacíamos los papagayos. Me vine a Caracas a los 16 años y desde entonces, por razones que aun no me explico, dejé de llenar álbumes.
No los llené yo, pero sí mi hija. El de “Amor es...”, no le gusta. Demasiado infantil (o cursilón) para su gusto. Y hasta ahora caigo en cuenta que esas vivencias que había olvidado, y que ahora vuelven, son las que le han permitido a María Victoria contar con una mamá entusiasta por la actividad, que pareciera para niños, niñas y adolescentes.
No por casualidad pues, esas vivencias volvieron. Volvieron y con ellas mi decidida intención de llenar el álbum del Mundial de Fútbol, que me ha llevado a establecer absurdas y desventajosas relaciones de intercambio de barajitas repetidas. Supongo será la falta de práctica. Resulta que establecí una relación de intercambio con un pana que empezó a llenarlo después que yo, lo cual me convirtió en su principal proveedora de barajitas, de mis repetidas. Le di muchas, con el compromiso de cambiarlas por sus repetidas. Pero que va, era como intentar alcanzar la edad de alguien mayor. Imposible. Tendré que ponerles precio, pues me debe más de las que me faltan.
Y no por casualidad tampoco he recordado a mi hermano Pedro. Pedro Chacín murió hace 13 años, un 1ro. de Mayo. Y nació hace 49 años, un 2 de mayo. Para quienes no lo conocen, Pedro era periodista y se hizo “famoso” escribiendo en la revista Feriado de El Nacional, una serie sobre sus “técnicas” sobre la seducción. Quiero compartir, in memorian, con ustedes un extracto de uno de sus trabajos, donde habla de barajitas. Se trata de una entrevista imaginaria a un seductor:
“-¿Hay algún tipo de clasificación física?
-Bueno, pana, te advierto que estamos hablando de chamas más o menos buenas para arriba. Las feas, o las que se consideran más feas que el promedio, son otra cosa. Aunque hay varios tipos de feas, y fíjate que yo me he empatado con un par de ellas, y te juro que son las únicas veces que me he sentido medio enamorado (...)
- ¿Y desde el punto de vista de la edad?
- Ah, eso es otra cosa panela, yo te estoy hablando de las chamitas de ventidós, ventitrés a lo sumo. De ahí para arriba el procedimiento es otro, y en lo que a mi respecta, ya me parecen viejas.
- ¿Por qué tan jóvenes?
- Porque esas son a las que le faltan más barajitas, tienen el álbum vacío.
- ¿?
- La vida es un álbum, pana, que uno va llenando poco a poco, y como en todo álbum, con el tiempo tú vas acumulando un montón de barajitas repetidas. Si tienes 30 años (el que no tenga su álbum lleno a los 30 años está jodido) te faltarán un par de barajitas y tienes un cerro de repetidas. Cualquiera de éstas se las das a una chama de 20 años y se deslumbra por ti. Total, como a todo coleccionista, lo que a uno le sobra son barajitas repetidas...
- ¿Y esas que tú llamas viejas?
- Supongamos una de treinta años, porque de ahí para arriba son abuelitas. Las de treinta tienen el álbum igual de lleno que uno. Si le salgo con una barajita repetida me va a decir “la tengo” y enseguida te manda al carajo. Son implacables. Con ellas hay que ser sincero salvo que quieras hacer el ridículo.”*
No por contradecirte hermano, pero a veces las repetidas son tantas, que se te olvidan. Un beso para ti, donde quiera que estés.


*Manual del Levante y otras pedradas, Editorial Letras, 1994

HORIZONTE RURAL ----------- QUETZALCOATL Y LA RESPONSABILIDAD SOCIAL

Manuel Gómez Naranjo
Mail: accicamp@cantv.net

A la altura de los 10 años, Oswaldo Funes: “El Guineo” y yo solíamos jugar al béisbol en los campos de Altagracia de Orituco. En el afán del juego Oswaldo me gritaba: “eslévala po’el suelo”; yo entendía el asunto y le lanzaba la pelota por el suelo. Obviamente, ambos asumíamos en el argot del béisbol, que “eslevar” en vez de ser una deformación de elevar (alzar, levantar) era sinónimo de lanzar (arrojar, tirar); era tan contundentemente claro que ni siquiera sospechábamos que lo que se arrastra no vuela.
Jugábamos pelota en el corral de las vacas de la pequeña finca que mis padres tenían en el llano. En los terrenos de la finca había una treintena de casas campesinas algunas de las cuales eran construidas por la finca para los trabajadores; también era costumbre que cada familia tuviera derecho a un litro de leche diario; y a una ración de carne de los animales que se sacrificaban en algunas fechas del año. Adicionalmente mi mamá cobijaba temporalmente a las adolescentes embarazadas echadas de sus casas y socorría con medicinas y transporte a los enfermos. Ahora bien, en la comunidad no había escuela, así que mis padres construyeron una, la institucionalizaron con el Municipio y mi hermana asumió las funciones de maestra por 6 años de manera voluntaria; de esta forma se redondeó intuitivamente un programa de responsabilidad social empresarial.
Estoy seguro que mis padres nunca escucharon la frase responsabilidad social empresarial, pero si la vivieron intensamente a partir de la consideración del “otro” desde el descubrimiento de su propia humanidad. Descubrir la humanidad es reconocer la coexistencia de lo angélico y de lo diabólico, de lo aéreo y lo terreno, de lo espiritual y lo corpóreo; es reconocer que una misma persona puede tener actos egoístas y benevolentes, y que esa, es la materia esencial de la humanidad.
El mito Azteca del Quetzalcóatl resume de manera magistral esta noción de humanidad ya que su representación más conocida es la serpiente emplumada, es decir un animal que se arrastra pero que puede volar. Quetzalcóatl es el origen de la expresión mexicana Cuate, que significa: amigo, esto es: dos que son uno, lo distinto que es inseparable, lo contrario que se complementa, lo divino eternamente contaminado de humanidad y lo humano pugnando por acceder a la perfección.
Hace poco me conseguí a Oswaldo, tiene una familia, un empleo, una casa, un carro y es un hombre básicamente feliz, me comentó: “todo lo que soy y lo que tengo se lo debo a la escuelita de la finca”. Pensé, entonces, en el enorme poder de la educación para la generación de capacidades; pensé en todo lo que podrían hacer los empresarios del campo si acometieran con alegría iniciativas de responsabilidad social empresarial; pensé en cuanta gente podría redimirse a si misma salvando a otros de la pobreza.
No lo sabíamos, entonces, pero ese “eslévala po’el suelo” de Oswaldo era la anunciación de la paradoja de Quetzalcóatl, la paradoja que vivíamos en la finca de mis padres, era el trabajo duro y responsable y la escuela que nació desde la inspiración de unos seres que tenían, literalmente, los pies en la tierra y la mirada en las estrellas.

viernes, mayo 05, 2006

Los males de mayo

Evelin Antolinez
Mail: eveantolinez@yahoo.es

Llegó el mes de mayo y con él las primeras lluvias. Al parecer el invierno decidió ser madrugador este año. Tal vez algunos se sentirán complacidos ante las tempraneras precipitaciones, como los agricultores que necesitan del lagrimeo celestial para embeber sus cosechas. No así quienes tenemos que padecer los infortunios de una ciudad como Caracas, no apta para tales eventos. Y no es que sean inesperados, pues cada año se repiten con menor o igual intensidad, sólo que no se toman las medidas correctivas para evitar los males de siempre.

Mientras millones y millones de bolívares se esfuman en planes operativos para paliar la situación, a nosotros, simples mortales, nos corresponde vivir o tal vez morir un poco en cada laguna que se forma en las principales vías. Y qué decir de las colas, pues ni hablar. Si vas en transporte público, hay que soportar el mal humor del conductor, cuando no sus vallenatos a todo plumón, respirar el vapor viciado encerrado por que todas las ventanillas van cerradas y las goteras dentro de la unidad. Pero si vas en tu propio vehículo no creas que te salvas, porque estás expuesto a ser tragado por uno de esos enormes huecos anegados de agua y de paso, tener que salir del confort de tu carro en medio de aquel aguacero, para empujarlo y así evitar seguir escuchando los insultos y el corneteo insistente de los atrapados en el atasco.

Y todo esto si tienes suerte y no la mala fortuna de vivir en uno de los tantos barrios que bordean esta sucursal del infierno pues hace mucho que dista de ser la sucursal del cielo. Allí hay que encomendarse a Dios y sacar del baúl de los recuerdos cuanto cuchillos en cruz, palmas benditas, platillos con sal y oraciones a Santa Bárbara encuentres en el camino, para implorarle que cese el temporal.

Pero otro mal se va escurriendo sigilosamente con cada gota que cae. Nadie sabe de dónde proviene, cuál es su causa y mucho menos su cura. Ataca a ricos y pobres por igual. Unos dicen que es un virus, otros que las aguas revueltas, los que más simplemente que es Mayo. Lo cierto es que se siente y se sufre en cada retortijón de estómago y en cada carrera que tienes que pegar para llegar a tiempo al baño. Esto, aunque a simple vista parezca muy sencillo, en esas circunstancias se transforma en toda una aventura. ¿No le ha pasado alguna vez, que está tranquilo, en su puesto de trabajo y de repente le ataca el golpe bajo del malestar estomacal? Pues allí empieza la odisea: pasos cortos y apurados, la esperanza de no tropezarse en el pasillo con algún inoportuno que le haga cualquier pregunta y sobretodo, encontrar el baño desocupado, porque si no, hay que literalmente llamar a María.

Empiezas con un tímido: “le falta mucho” y esperas que ese “no” que escuchaste del otro lado de la puerta sea verdad. Le siguen unos pasitos más cortos aun que van y vienen, apretando bien esas nalgas para evitar lo imaginable. Cuando por fin se abre la puerta, casi atropellas a la persona que sale para ganar tiempo. Das unos saltitos tratando de desabotonar lo más rápido posible el pantalón. ¡¡¡Ufff!!! Y cuando ya te dispones a hacer lo que nadie puede hacer por ti, ves por debajo de la puerta contigua unos zapatos. ¡¡¡Trágame tierra!!! De pronto y luego de un portazo se oye una voz que dice: “M’hijo, tu lo que estás es podrido”
En ese momento, un acto tan normal y cotidiano, se convierte en un trauma. Te quieres ir también por el desagüe.
Y todo esto gracias a Mayo con su inesperado cargamento de lluvias, truenos y descargas eléctricas, las cuales es mejor recordarlas desde la nostalgia casi infantil de aquellos primeros chaparrones en un pueblo del Orituco, cuando salíamos en grupo a bañarnos bajo las lágrimas del cielo.
Caracas:05-05-2006

jueves, mayo 04, 2006

EL DIABLO SUELTO DE SAN RAFAEL

A: Pedro Soler

Algo pasaría aquella noche en San Rafael, un tranquilo pueblo del Valle del Orituco. Así lo presagiaban la llovizna madrugadora y los grillos trasnochados de aquel Viernes Santo.
- Tal vez muera un viejo-decían unos.
- Tal vez aparezca la Sayona- decían otros.
Pero ninguno podía figurarse que el mismísimo diablo visitaría al pueblo antes de que saliera el sol.
Ese día la oscuridad hizo su reinado más temprano que de costumbre, porque un trueno aceleró las tinieblas que normalmente se apoderaban del lugar a las 10 de la noche, cuando apagaban la planta eléctrica.
En los catres, lechos y chinchorros los sueños se revolcaban inquietos a la espera del amanecer.
Las parejas que intentaban dormir evitaban tocarse y postergaban el deseo hasta el Domingo de Gloria para poder “romper la olla”.
Sólo un pequeño grupo no esperaba los primeros albores para encender la jornada, prohibida por los mayores por ser Viernes Santo. Desafiaría la penumbra para encontrarse a las cuatro de la madrugada en la Plaza Bolívar.
La oscuridad era la única dueña del lugar, así como de los pensamientos de Rosita Díaz, la eterna quinceañera del pueblo. Con un cabo de vela en la mano se dirigió a la puerta, no sin antes persignarse ante la imagen de un Corazón de Jesús que descansaba en una repisa. Se detuvo un instante para pedirle perdón a Dios por tener que trabajar justo en un día como ese. Desde niña le habían inculcado que los días santos eran días de guardar porque se le lastimaban las heridas al Señor.
Antes las exigencias religiosas se impuso la obligación. Y es que desde el miércoles permanecían en los galpones, los bultos de tabaco arropados con fardos para que no perdieran la humedad.
Así fue que decidieron olvidar por un rato los prejuicios y trabajar medio día, de paso, unos realitos nunca caían mal.
Dejando en el zaguán su angustia y la vela, Rosita se enfrentó a la soledad de la calle.
En la esquina de Venancio la esperaban su hermano Miguel, Sofía y Pepe Latrónica. El grupo crecía a medida que avanzaban rumbo a la Plaza. Se identificaban con un silbido. En Canta Rana aguardaban Anita Pedrique junto a Chita Soler, en Agua Fría, las Romero y las Cedeño, en Mandilito, Manuel Santana y las Marrero.
Los pasos y los ladridos de los perros alborotaban las sombras.
- ¡Ave María Purísima! decían las mujeres:
- ¡El diablo como que anda suelto por aquí! Dijo una voz masculina, y como una letanía repitieron a coro las mujeres:
- ¡Ave María purísima!
Las pocas cuadras que faltaban para llegar al lugar de encuentro se hicieron interminables. Algunos contaban un chiste para aligerar la tensión, sin pensar que lo peor estaba por pasar.
En un costado de la centenaria iglesia esperaba el camión del Musiú Marcelo para llevarlos hasta la factoría.
Ya unos descansaban en los bancos, mientras que el grueso del grupo se asomaba por la esquina de las Ramírez a una cuadra de la plaza.
Cuando la camarilla se disponía a abordar el camión, una carcajada espeluznante rompió la madrugada y heló la sangre de los pecadores. Dos veces más retumbó la macabra risa, pero ninguno se quedó para oírlas. Solo el polvo que levantó el tropel fue testigo mudo de una delgada silueta que se escurría entre las sombras. Sigilosamente ocupó el chinchorro que minutos antes había abandonado. Una traviesa sonrisa se dibujaba en su rostro y desde ya su mente preparaba los versos que leerían en el testamento de Judas, el próximo domingo.
Lo negaré mil veces antes de que llegue el alba, se decía Pedro, parafraseando al apóstol a quien debe su nombre. Y así sucedió, porque no había terminado de salir el sol y ya la noticia corría por doquier. El corrillo aumentaba a medida que avanzaba el día. Los más osados se atrevían a murmurar que eso eran cosas del “Motolito de Carmen Soler”. Mientras los testigos presenciales del hecho malamente contenían las lágrimas cuando contaban cómo el mismísimo diablo recorrió las calles de San Rafael aquel Viernes Santo.

Evelín Antolinez
30-04-2006