lunes, julio 09, 2007

CUANDO LOS NIÑOS HABLAN SIN SENTIDO


UNESR-FIEC
T.S.U: Rengifo Daniela
Participante: lic. En administración mención informática
Facilitadota: Crispida Ortuño


El lenguaje es una herramienta fundamental del individuo para desenvolverse con éxito en su ámbito social. Él mismo está en constante construcción, al igual que la imagen que tiene ese individuo: la valoración que se devenga hacia si, como también la percepción que tienen los demás de el. Estos aspectos son cambiantes, como también lo termina siendo el lenguaje.
Por consiguiente, el desarrollo del lenguaje dependerá de la interacción del hablante con su medio, y de cuán acertada sea o no esa interacción. Eso estará en manos de nosotros, sus adultos cercanos.


La evolución de la sagrada herramienta que nos permite comunicarnos dependerá, asimismo, del nivel de maduración del contexto donde el se desenvuelve y de la calidad del estimulo que reciba el infante por parte de los que forman su entorno.


A pesar de lo anterior, pueden existir sombras que empañan el desarrollo del lenguaje del infante. Una de ellas es la afasia: trastorno que tiene como característica la alteración de la compresión del lenguaje, en que el chamín emite continuamente palabras o silabas que carecen de sentido. Se trata de alteraciones conocidas con los nombres de ecolalia o diglosia, que son manifestaciones de la afasia.


Para cualquier tipo de trastorno, lo ideal es su detección temprana. La mayoría de las alteraciones del lenguaje tienen su momento propicio cuando los niños inician la etapa escolar, los parámetros de comparación para diagnosticarla son los momentos culminantes de la adquisición del lenguaje del párvulo, tales como la edad entre los 2 anos y medio y los 6 anos y los 9 a los 12 anos, el preadolescente deberá haber completado el proceso exitosamente. El rasgo más resaltante de la afasia es que el que la padece tiene un habla ininteligible, producto de la multiplicidad de sonidos y de palabras huecas, debido a que es incapaz de saber a que aluden esos fonemas en combinación.


En el aspecto anterior, se encuentran las perseveraciones silábicas y verbales, que pueden ser tan intensas que convierten al lenguaje en emisiones incompresibles. Esto recibe la designación de idioglosia. Asimismo, se observa en quien padece de afasia poca concentración puesto que su memoria se ve perturbada y en su habla se presenta una abundancia de errores, que dificultan su comprensión aun más. En cuanto a la atención, cuando el no es capaz de mantener contacto visual con el interlocutor; no atiende cuando le hablan y no presta atención durante la realización de una tarea escolar o del hogar.

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