Por: Luis Esteban Rojas
luisero@yahoo.com
La inundación que me sacó de circulación por varios meses, hasta la reaparición en ediciones anteriores de La Prensa del Llano, me impidió, entre otras cosas, continuar tocando algunos temas sobre el acontecer regional y local, entre ellos el proceso de fundación del PSUV.
Hurgar en esto último no resulta nada fácil, dado el hecho mismo de estar en pleno proceso esa fase fundacional; sin embargo, la elección de la Dirección Nacional provisional y la puesta en marcha de la definición de la metodología para la escogencia de las autoridades estadales y municipales, así como de otras definiciones en materia de funcionamiento interno, abren las puertas para expresar algunas ideas.
En primer lugar, como aspirante a militante de este naciente partido, no puedo sino expresar satisfacción por este avance logrado por encima de cualquier dificultad, pero quedamos en gran expectativa por lo que pudiera significar el segundo paso, y particularmente, considerando la forma traumática como se llevó a cabo, en esta entidad federal, el proceso para la conformación de los batallones, cuando salió a flote la guerra entre dos bandos por el control de la estructura partidista.
Se trató de un hecho público y notorio que condujo a situaciones indeseables y perjudiciales para la nueva organización, no por la existencia de tendencias, pues ello es saludable; sino por la aplicación de prácticas correspondientes a la Cuarta República, reñidas completamente con los postulados de un proceso revolucionario, más aun uno con las características del que se desarrolla en Venezuela.
Lo anterior ha quedado demostrado en el devenir de los días, mas no voy a entrar en detalles porque ello debe ser tema a discutir en el seno del Partido, pues tal situación, con seguridad, debe ser del conocimiento del cuerpo colegiado nacional recientemente electo.
En cuanto a lo avanzado hasta ahora, me complace la decisión de crear la figura del Vicepresidente estadal y su designación previa a cualquier estructuración regional, pues en la forma como yo lo veo, quien ocupe esa posición podría cumplir un papel parecido al que se le asigna a los vicepresidentes en la reforma constitucional, lo cual equivale a decir que, en lo inmediato, permitiría una conexión directa entre la base del partido y la Dirección Nacional, al no existir direcciones municipales ni estadales.
Esto, a su vez, posibilitaría la conformación de una metodología lo más justa posible para la estructuración partidista regional, al contar con mejor información para ello, además de permitir la incorporación de valiosos aspirantes a militantes que resultaron marginados y prácticamente excluidos en el proceso inicial, pese a tratarse de camaradas con experiencia, conocimientos y disposición para aportar al Partido y a la Revolución.
Posiblemente al momento de publicarse este artículo ya haya ocurrido la designación y se haya anunciado quien ejercerá las funciones de Vicepresidente del PSUV en el Estado Guárico, a quien auguramos el mayor de los éxitos al asumir plenamente su puesto en la trinchera de lucha para la consolidación del proceso revolucionario Bolivariano en beneficio de todos los venezolanos.
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