Foto de la inauguración de la Segunda Iglesia. Facilitada por el Sr. Jhonny Pérez.
Por Lic. Soraya González Rojas. Cronista Oficial Municipal.
Un cronista debe mantenerse constantemente revisando, investigando, indagando y conociendo cada día más la historia de su pueblo y de los pueblos de Venezuela. En ese andar por el camino de la historia y revisión de los tantos documentos importantes, que arman el gran rompecabeza de la trayectoria nuestra la población, he conseguido un periódico titulado “ LA VOZ DE SAN JOSÉ DE GUARIBE”, editado el 04 de febrero del año 1979, por la Iglesia de San José de Guaribe, con motivo de la celebración de los 75 años de vida municipal de nuestro pueblo. El mismo fue donado a esta oficina por Yumei González Rojas, hija también de este pueblo, el cual lo conservó con gran cuidado, ya que es un bonito recuerdo que dejó en sus manos su abuela la maestra Áurea Luz Rojas Medina de Rojas, poetisa de nuestra localidad, a quien ya le dediqué una de mis crónicas.
En este diario local se señalan algunos datos que pueden considerarse importantes dentro del acontecer histórico de San José de Guaribe, como por ejemplo El Permiso para Bendecir el Cementerio de nuestro pueblo y la construcción de la Primera Iglesia. Cito textualmente las páginas de este periódico:
Permiso para Bendecir el Cementerio:
“Calabozo, marzo 27 de 1895.
Venerable Señor Cura de Altagracia.
Por las presentes letras le damos el permiso o licencia para bendecir el cementerio del vecindario Guaribe. Asimismo le autorizamos suficientemente para que pueda habilitar una casa y administrar los sacramentos a dichos buenos vecinos tan lejos como están de la iglesia parroquial. Sírvase entregar a la Junta de la Iglesia del Paso Real de Macaira el copón e incensario.
Hemos dispuesto que los derechos del cementerio de dicho vecindario se inviertan para la conclusión de la Iglesia. Comuníqueselo a la Junta.
Dios guarde a usted muchos años.
+ Felipe Neri, Obispo de Calabozo.”
Archivos de Altagracia de Orituco- Libro de gobierno nº 4, 38.
Construcción de la Primera Iglesia : (datos extraídos de de la pág. 124 del libro de gobierno nº 4, abierto el 31- VII-1880, de la parroquia de Altagracia de Orituco)
“Iglesia de San José de Guaribe, en el Municipio del mismo nombre. – Distrito Monagas.
Existían en estos lugares tribus indígenas que se distinguen con el nombre “Guaribe”. A este sitio concurrieron orituqueños y elementos del Oriente, trasladándose familias enteras por la fertilidad de los terrenos y la proximidad a tierra fría para el cultivo de café y en lo cálido tabaco, algodón y varios frutos menores y madera de construcción.
No lejos, como a tres leguas del noroeste, se ve un cerro que por su forma es llamado “Botijón” y cerca está el fundo denominado “El Paradero”, donde cobraban derecho de peaje pues siendo una encrucijada natural en el camino de Clarines a Altagracia y los llanos, tiene que ser ese y allí es el límite de la jurisdicción eclesiástica de la arquidiócesis y de la Diócesis de Guayana, ( a la cual pertenece el Estado hoy llamada Anzoátegui) y de esa de Calabozo- y en lo civil, del estado nombrado, del de Miranda y del Guárico.
Fue inspectoría de policía hasta el año de 1904, que fue erigido en Municipio por la Legislatura de Ocumare del Tuy, capital del Estado Miranda al cual pertenecía este Distrito por Desmembración del Soberano del Estado Guárico. A Guaribe fue el Pbro Dr. Alberto González en vista parroquial celebrando y administrando los sacramentos en una casa de paja llamada “El Bambú” por uno que allí existía, y la cual hace cuadra, hacia la calle Bolívar con la casa de famita Aragort que es la primera que se encuentra cerca del gran Samán que está a orillas del río entrando de Guanape”.
El Dr. Gonzalo bendijo el cementerio y sus ensanches los ha bendecido el infrascrito, con facultad del Señor Obispo Diocesano, asimismo el Calvario. Por primera vez llegó en vista pastoral el ilustrísimo y reverendísimo Señor Dr. Felipe Neri Sendrea, segundo Obispo de Calabozo, a Guaribe el 15 de noviembre de 1895, alojándose en a casa de habitación del Sr. Gabriel Seijas en cuya esquina se halla la trilla del Sr. Pedro Graffe Hernández en la cual administraba el sacramento de confirmación.
El 17 del mismo mes y año, en presencia de numeroso concurso, colocó la primera piedra de construcción del templo, platicó exhortando a los fieles a llevar a cabo la obra; él trazó sus dimensiones, nombró Junta Directiva, abrió la suscripción; el Jefe Civil presente, General Venancio Morín ofreció dar las campanas.
Ocupose Guaribe en la fábrica del templo y las continuas guerras civiles todo lo trastornaron y empobrecieron, por lo cual en 1903 se veían concluidos el presbiterio y la nave mayor.
La Junta de Fomento nombrada durante el gobierno del General Cipriano Castro hizo acopio de materiales, de los cuales muchos fueron dispuestos arbitrariamente por quienes debía ser sus más cuidadosos guardianes. El maestro Indalecio Rebolledo empezó la fábrica junto con otros. La Sociedad de la Santa familia se constituyó allí en al año 1911, con el propósito de allegar fondos para la fábrica; los Presidentes de la República y del Estado Generales Gómez y Gimón han ayudado la obra y hoy la tenemos así: concluidos los techos con tejas revocadas con mezcla, de madera de cedro amargo, todas las tablas y alfadas cepilladas de faquillas de nave mayor y traslapadas las laterales: de hilera firme, tirantes dobles, gradas y pilares; los horcones para las paredes de madera de corazón de acapro; tiene colocada la puerta mayor y lo hecho ha sido valorado por el Sr. Luís Herrera en bolívares 10.000, mide el templo 28 metros de largo, doce de ancho, siete de alto; el Presbítero tiene nueve metros de altura. Linderos: al Norte: Casa de sucesión del Sr. José María Seijas, al Sur calle San Pascual como la llamó el Sr. León Blanco Jefe civil en 1907; al Este Calle que pasa frente a la casa del Sr. Luís Herrera; y al Oeste calle Sucre en medio con la Plaza Bolívar ”.
Altagracia de Orituco, 09 de febrero de 1913.
Pbro Sixto Sosa.
Con el pasar de los años esta primera iglesia se fue deteriorando y hubo la necesidad de construir el segundo templo de San José de Guaribe, en donde colaboraron un sin número de personas de nuestro pueblo. Pero esta es otra historia que en las próximas crónicas se las daré a conocer.
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